La felicidad que irradiaba todo el Sánchez-Pizjuán y que se reflejó en el corro que hicieron los sevillistas sobre el campo al final del partido tuvo su continuidad en la zona mixta del estadio nervionense, en la que todos los jugadores destacaron la importancia de un gran resultado en el derbi que debe servir para reafirmar el trabajo que está realizando el equipo.

Uno de los que estaba más contento era Bacca, que se estrenaba en un duelo de máxima rivalidad y lo tenía claro. "Hicimos un gran partido ante un buen rival en un choque especial. Los derbis son como finales, no se juegan, se ganan, y lo hicimos", afirmó el colombiano, que apuntó una de las claves: "Sabíamos que debíamos presionar desde el inicio, jugábamos en casa y nos encontramos con un gol pronto que nos dio confianza", indicó el delantero, que agradeció a la hinchada el apoyo y añadió: "Poco a poco voy a más y espero seguir aportando", apuntó sobre sí mismo.

En la misma línea se expresó Iborra, quien afirmó que "por el rival, por los puntos y por las sensaciones positivas, la victoria es muy importante". "Salió todo rodado. Fue un partido completo, hicimos cuatro goles y dejamos la portería a cero, que era una asignatura pendiente. En casa somos un equipo fiable y tras quitarnos el peso de no ganar fuera tenemos que empezar a crecer", destacó el centrocampista, que se refirió también al apoyo de la afición: "Es especial. Inigualable. Lo que nos va a hacer conseguir cosas grandes es ir de la mano de los seguidores".

Vitolo fue otro de los que habló para los medios después de cenar en el vestuario junto a sus compañeros. Se estrenaba el canario en un derbi, "en un ambiente que era como me lo pintaban los compañeros". "Nada más salir de los vestuarios te quedas impresionado", dijo el futbolista, que restó importancia a su gol y alabó "el trabajo de todo el equipo, desde Beto hasta el último cambio".

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