El anfitrión Florentino

Una visita al Santiago Bernabéu, sobre todo cuando se acude al palco, sobrepasa el aspecto futbolístico. De hecho, el pasado sábado, los dirigentes verdiblancos que acudieron a Madrid, encabezados por el presidente, Miguel Guillén, y el consejero José Antonio Bosch, además de Rafael Gordillo, estrecharon lazos con sus homólogos madridistas de cara al futuro. Y es que la presencia de un mito no sólo del Betis sino también del Madrid como Gordillo provocó que el club verdiblanco recibiera atenciones especiales en el Bernabéu.

El Madrid suele cumplir su protocolo a rajatabla, como a algún periodista sevillano le tocó sufrir el sábado, y, de hecho, Gordillo adelantó su viaje a la capital para informarse con detenimiento de cómo prepara el club madridista el recibimiento para un partido. Pero el sábado, el propio Florentino Pérez distinguió al Betis con un recibimiento especial, saltándose las normas escritas habituales en la entidad. "Quiso compartir con nosotros a un mito como Gordillo, que también lo es para ellos, y estuvo todo el día con nosotros. Incluso se hizo la foto de rigor con él, además de otra con todos los presentes", dice el presidente, Miguel Guillén.

En principio, ambas directivas sólo iban a realizar el habitual almuerzo de confraternización, y que en este caso servía de presentación entre la mayor parte de los presentes, pero el mismo se alargó tanto que incluso acabó con la llegada de ambos consejos al mismo tiempo al Santiago Bernabéu. Allí el propio Florentino Pérez ejerció de anfitrión y realizó de guía a la expedición verdiblanca en las mismas entrañas del estadio. Desde la sala de reuniones a los vestuarios e incluso ambas directivas se encontraron sobre el terreno de juego, como se comprobó en algunos reportajes de televisión, donde también conocieron los secretos del césped.

Las diferencias existentes entre Florentino y el resto de equipos que pretenden un reparto distinto de los derechos televisivos quedaron al margen, pese a que el Betis siempre ha dejado clara su postura contraria a un sistema actual que califica de injusto. "Él entiende nuestra opinión, porque sabe que no es un contrato que se firmó hace tres días, pero no se tocó ese tema en ningún momento", comenta el presidente, que quedó agradecido del trato recibido: "No tuvimos ni que preguntarle. Desde el principio se puso a nuestra disposición, nos acompañó en un tour por el estadio, nos explicó cómo realizan la explotación de las diversos negocios del estadio. Son cosas que nos traemos de allí y que pusieron a nuestro conocimiento. Se nota que están orgullosos de lo que han conseguido allí y querían enseñarlo".

Uno de los comentarios recurrentes sobre el palco del Santiago Bernabéu apunta a que allí se cierran algunos de los grandes negocios de España, debido a la cantidad de personalidades que se dan cita en cualquier partido. "Es un espectáculo, independientemente de lo que suceda en el campo. Tiene 375 butacas, de las que 30 son de pago y a un alto precio", asegura el consejero José Antonio Bosch, que también quedó agradecido por el trato recibido. La presencia de Gordillo siempre abre puertas, pero en Madrid se acentuó su protagonismo. Para el club merengue, Florentino Pérez incluido, es un símbolo, lo que provocó que el Betis fuera recibido con todos los honores.