Cuando un equipo sube de categoría, sea la que sea, estalla la euforia, pero no es el caso de seis equipos de las ligas de baloncesto en silla de ruedas, entre ellos el BSR Vistazul de Dos Hermanas (Sevilla), que no esconde su tristeza por haber regresado a Primera sin acabar la competición por la pandemia de coronavirus.

La suspensión definitiva de las ligas de este deporte en sus tres categorías, decidida el viernes por la Federación Española de Deportes de Personas con Discapacidad Física (FEDDF), ha propiciado el ascenso de Primera a la División de Honor del Casa Murcia Getafe y Abeconsa Basketmi Ferrol, y de Segunda a Primera del Vistazul, Sureste Gran Canaria Santa Lucía, Unes FC Barcelona y Villa de Leganés.

No se han proclamado campeones ni ha habido descensos, y en el caso de los ascensos, a la División de Honor española -considerada la liga más potente de Europa- y a Primera, éstos no han impedido que hayan sido acogidos con pesar por los equipos agraciados como consecuencia de la emergencia que vive España por la pandemia.

Un ejemplo de ello es el BSR Vistazul de la localidad sevillana de Dos Hermanas, que calificó este sábado su ascenso a Primera División -la segunda categoría nacional del baloncesto en silla de ruedas- como "el más triste" de su historia. "Ha sido una decisión tomada a causa del coronavirus y de la incertidumbre que existirá en los próximos meses debido a esta pandemia. Haber subido de categoría de esta forma es lo más triste que ha podido suceder", afirmaron en un comunicado sus dirigentes.

Aún así, los responsables del club nazareno entienden que "la extraordinaria situación" que se está viviendo "así lo aconsejaban", además de recalcar que esperan que "todo esto acabe cuanto antes".

El entrenador del BSR Vistazul, Francis Almagro, reconoció que esta noticia, en principio positiva, le deja sensaciones contrapuestas, confió en que la situación "vuelva a la normalidad lo más pronto posible" y aprovechó también para "felicitar a la plantilla por el trabajo realizado a lo largo de estos meses".

"Por un lado, siento alegría por haber logrado nuestro objetivo 355 días después de haber descendido (13 de abril de 2019), pero, por otro, mucha tristeza por la forma en que se ha conseguido", admitió el técnico de este modesto club que lucha por la integración de las personas discapacitadas, pero con gran arraigo en Sevilla al ser en parte heredero del antaño laureado ONCE Andalucía.

El club de Dos Hermanas explicó que la Comisión Delegada de la FEDDF, organizadora de la Liga Nacional de Baloncesto en Silla de Ruedas, adoptó esta decisión para sus tres categorías después del informe favorable de su junta directiva y tras un proceso de consulta previa a todos los equipos.