El Coosur Betis se la juega este sábado, de nuevo en San Pablo, ante un Gipuzkoa Básket que llegará a Sevilla con un día menos de descanso y dos viajes seguidos a su espalda. Para esa cita no faltará el capitán verdiblanco, Pablo Almazán, que tras retirarse en el duelo frente al Real Madrid por una torcedura en un tobillo y sin apenas jugar en el último cuarto, no tendrá problemas para un choque que se antoja clave para los intereses del cuadro hispalense.

Cuatro derrotas en los últimos cuatro encuentros, resolviéndose los dos primeros en un cara o cruz que bien pudieron acabar en victorias, dejan tocado al equipo y al técnico. Ambos se la juegan en esta jornada en un partido que, sin embargo, no alterará la idea de la dirección deportiva de hacer cambios en una plantilla que, como la pasada campaña, evidencia graves problemas en varias posiciones.

Campbell está muy solo en la dirección desde la lesión de Harrow, ya que por más oportunidades que se le den en estos momentos Mike Torres no responde al nivel de la competición ni a la presión a la que está sometido el Betis por los resultados.

La ausencia de Ouattara refleja la necesidad de de contar con otro alero que dé relevo a Pablo Almazán. Feldeine de tres no se encuentra cómodo y Obi no tiene la verticalidad necesaria para jugar en ese puesto, ya que vive en el perímetro.

Pero en su puesto también hay problemas, ya que no hay un ala-pívot que sea una amenaza exterior seria y a Kay se lo busca poco por dentro, que es donde más daño hace. Ndoye cumple por dentro, no así un Niang que cada vez muestra más problemas para anotar bajo el aro.