Betis Baloncesto-Tenerife: Esperanza..., también de verdiblanco (80-76)

Liga Endesa

El conjunto de Casimiro se impone en un igualado encuentro a un rival mermado, pero aun así muy poderoso con Shermadini y Marcelinho

Cvetkovic y Fitipaldo fallaron al final y el cuadro local fue mejor en la prórroga de la mano de Tyson Pérez y Montero

Tyson Pérez entra a canasta con decisión ante la defensa de Doornekamp.
Tyson Pérez entra a canasta con decisión ante la defensa de Doornekamp. / D. Ligero
Pablo Salvago

09 de abril 2023 - 15:25

Sevilla/Esperanza. El Betis Baloncesto hizo suya una palabra especial en Sevilla esta semana para agarrarse al milagro de la permanencia. Ganó, en la prórroga, a un mermado, pero poderosísimo pese a ello, Lenovo Tenerife por 80-76 para seguir creyendo en sí mismo y tomar un impulso moral que, con otro resultado, hubiera sido el mazazo definitivo.

Se impuso en un partido que dominó en la primera parte, dejó que el rival se metiera en él y que pudo llevarse cualquiera al término de los 40 minutos reglamentarios. El +13 del que llegaron a disfrutar los béticos al inicio del tercer cuarto (41-28) quedó en nada con un parcial de 0-10 de un conjunto al que le entró la nerviosera antes de tiempo y que, sin embargo, supo jugar en el tiempo extra con una serenidad pasmosa impulsado por la garra de un Tyson Pérez que, todo corazón en la pelea por el rebote, le dio varias vidas extras al cuadro heliopolitano.

También cabe destacar el buen trabajo de Gerun, los puntos de Montero y el control que da Cvetkovic al juego. Precisamente el serbio tuvo en sus manos el triple para ganar al final del último cuarto. Quedaba tiempo y se vio demasiado solo como para no tirar, pero en bonus quizá la mejor opción era entrar a canasta, consumir el tiempo y a ver qué se saca. El fallo del balcánico le dio la oportunidad a Fitipaldo para correr casi sin obstrucción y plantarse en el aro rival, pero por fortuna su tiro cercano fue incomodado y el choque acabó con 66-66.

En la prórroga sobrevivió el Betis al acierto exterior de Abromaitis y a los fallos desde el tiro libre de Gerun. Desperdició el ucraniano dos (tres porque tuvo que repetir uno), pero Tyson, dejándose la piel en cada acción, cogió un rebote clave para ser objeto de falta y poner el 74-72 desde la personal. Después hizo el 76-74 tras otra captura en ataque y robó una pelota que permitió a Montero firmar el 78-74 a 40 segundos del final. Shermadini acortó distancias, pero Montero puso el definitivo 80-76 antes de que el Tenerife, tras otra pérdida en una buena defensa de BJ Johnson, que brilló atrás todo lo que ensombreció en ataque, para recuperar la posesión, sacara la bandera blanca.

Pudo llegar con más tranquilidad el triunfo ante un rival muy mermado, pero este Betis pelea por no bajar por situaciones así. También en el Gran Canaria Arena dejó escapar una renta jugosa para acabar entregando la cuchara. Esta vez salió el alma competitiva de un conjunto que no entrega la cuchara y que sigue en la pelea por evitar el descenso.

Montero y Cvetkovic se felicitan.
Montero y Cvetkovic se felicitan. / D. Ligero

Y es que el Betis Baloncesto hizo desde el inicio lo que tenía que hacer ante un rival que se presentó en Sevilla con 10 jugadores, uno de ellos un canterano de 18 años. Ante eso hay que imponer un alto ritmo en el juego y una defensa fuerte, dura, que impida al rival anotar con facilidad. Y lo clavó el conjunto verdiblanco, que sólo dejó a Marcelinho anotar de dos puntos en todo en el primer tiempo en el cuadro rival. Ni siquiera lo hizo Shermadini, sobre quien se centraban las ayudas, a veces demasiado largas que permitían al georgiano asistir a Doornekamp o a Abromaitis en el perímetro.

Movieron mucho el banquillo los dos técnicos. Luis Casimiro, con la idea de que el que estuviera en pista se vaciase siempre, y Txus Vidorreta, al contrario, para refrescar a los suyos ante las ausencias de Sastre, Salin, Bolmaro y Jaime Fernández. Sin tiradores, el juego canario se centró en los interiores y cuando Shermadini o Marcelinho se sentaban en el banquillo para tomar aire el equipo lo notaba.

Aun así, tuvieron los visitantes al inicio un +6 con el 6-12 labrado desde la línea de personal (8/10 en el primer cuarto por el 1/2 bético). El conjunto sevillano abusaba desde el triple por momentos, pero esto siempre depende del acierto. Mal Tyson en un par de ocasiones, bien Maronka cuando con su segundo triple puso a los heliopolitanos por delante al final del primer cuarto: 18-17.

En el segundo acto llegó el despegue local, pese a una antideportiva que ni con el challenge rectificaron los colegiados, que sí lo hicieron antes en una falta sobre Shermadini que acabaron por dar de tiro cuando el pívot no estaba ni mirando a canasta ni haciendo el movimiento de tirar. Un mal (malísimo) pase de Bertans dejó el balón dividido y Gray, en su intento de ir a por la pelota, impactó sobre el rostro de Fitipaldo. Nada violento. Nada intencionado, pero antideportiva. Ahí estaba el listón...

Sólo dos puntos sacó el Tenerife de la acción (23-19) y el Betis supo no desconectarse para seguir jugando muy serio y solidario atrás y abrir una pequeña brecha tras un triple de Bertans (28-19). Con la primera canasta del conjunto isleño de dos puntos Casimiro pidió tiempo muerto (28-22) y los suyos reaccionaron a la perfección de la mano de Montero, que pareció entender que suma más entrando a canasta y asistiendo que lanzando desde fuera (sólo intentó un triple). El toque de atención hizo reaccionar al Betis y entre Montero y Cvetkovic sumaron los siguientes 11 puntos de los locales para llegar al descanso con 39-28.

Cvetkovic defiende a Marcelinho Huertas.
Cvetkovic defiende a Marcelinho Huertas. / D. Ligero

Bertans amplió la renta hasta los 13 puntos en la reanudación (41-28), pero un parcial de 0-10 metió al Tenerife, casi sin querer, en el partido hasta el 43-41, con Fran Guerra haciendo daño por dentro ante un blandito Fischer. Tomó aire el Betis de la mano de Gray, incapaz, eso sí, de dar continuidad a sus acciones positivas (50-41), pero empieza a preocupar cómo el conjunto de Luis Casimiro se diluye con tanta facilidad con pérdidas, malas elecciones de tiro y contragolpes mal lanzados: 50-49 al final del tercer cuarto y a sufrir.

¡Y cómo! Porque desde el 6-12 no estaba por delante el conjunto de Vidorreta y un triple de Sergio Rodríguez puso el 51-54. Ya estaban aquí. Hasta un +5 (59-64) tuvo el Tenerife ante un rival que parecía noqueado, pero entre Montero y Tyson despertaron el equipo a tiempo para llevar el partido a la prórroga, con el triunfo en las manos de Cvetkovic, primero, y Fitipaldo, después. Ninguno acertó.

Cinco minutos y esta vez el Betis supo jugar una prórroga a vida o muerte como la situación requería. Ninguna pérdida, sólo un tiro de campo en una mala situación en una alocada acción de Bertans, en la que antes pudieron pitar falta los colegiados, y sin cambios en la rotación más allá que los necesarios. Un gran triunfo del Betis, al final, para hacer suya la palabra esperanza.

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