Se está empezando a cansar el Betis Baloncesto de la indecisión de Shannon Evans. No puedo esperarlo eternamente, pues tiene todavía tarea a la hora de cerrar la plantilla y la configuración de la misma está muy limitada ya.

Empezó el conjunto verdiblanco a diseñar el equipo consciente de que retener al base sería misión imposible. Lo incluyó en el tanteo, por si acaso, con un contrato que limitaba futuros esfuerzos económicos, ya que ponía sobre la mesa hasta el último céntimo que podía. Pero a medida que pasaban los días el jugador se dejaba querer en redes sociales y puede que eso aumentara su precio. 

Evans, o su agente, sabe que la afición lo quiere de vuelta y juega con ello. Es extraño que con la temporada que ha hecho, desde la llegada de Luis Casimiro al banquillo, su nombre no haya salido más que con el interés real de un Venezia que incluso se preocupó de saber cómo era en lo personal, pero la cosa acabó yendo por derroteros. 

Por lo que sea, Evans, con pasaporte Cotonou, no ha encajado en ninguna plantilla en Europa. En España el Betis tiene sus derechos al no presentar nadie oferta alguna durante el plazo de tanteo, pero la oferta que le presentó caducó y habría que presentar una nueva. No es un problema, pero, en principio, las condiciones no cambiarán, porque el esfuerzo realizado ya es enorme.

Evans, en un entrenamiento junto a Pozas.

China y Japón son posibles mercados, pero el jugador es ambicioso y sabe que competitivamente es un paso atrás. Tras explotar en la Liga Endesa, tratan de convencerlo de que el dinero ya llegará más adelante y que otra temporada liderando al Betis en ACB le permitiría abrir nuevas puertas el próximo verano.  

Pero Evans no se decide y el Betis ha abierto el abanico del mercado, consciente de que no puede esperar al jugador mucho más tiempo. No tiene prisas la sección bética, abierta a nuevas posibilidades que ofrece un mercado que todavía no ha entrado en periodo de rebajas. De momento las alternativas piden salarios inasumibles y se espera paciente.

Ahora mismo la plantilla heliopolitano cuenta con siete jugadores: cinco renovaciones (Cvetkovic, Bertans, B. J. johnson, Pablo Almazán y Báez), un jugador que tenía contrato (Pozas) y un fichaje (Gerun). El conjunto sevillano tiene atados a otros dos: Jeremiah Hill, que acompañaría a Bertans por fuera y Nzosa, cuya cesión del Unicaja está apalabrada. Quedan tres fichas que cubrir: un base y un ala-pívot titulares. Y más que titulares, determinantes, ya que Báez tiene ya 40 años y, sobre el papel, Cvetkovic-Pozas no es una pareja en la dirección para afrontar un supercopa Endesa como anfitrión y una temporada con la idea de lograr una permanencia tranquila.   

Además, falta un cupo para llegar a los cuatro exigidos. Pozas, Pablo Almazán y Nzosa son los jugadores de formación ahora en plantilla (a expensas de que se oficialice lo de Nzosa). En caso de que no se encuentre ninguna oportunidad de mercado esa ficha será para Magassa, aunque el deseo del club es reforzar la línea interior.