Fuenlabrada-Coosur Betis | La crónica

Sin tensión no se compite (101-77)

  • El Betis cae sin oponer resistencia ante el Fuenlabrada en el peor partido del equipo con Plaza en el banquillo

  • Sin los puntos de Feldeine, faltó también en la pista actitud con la permanencia ya atada

  • Joan Plaza: "Ganó el equipo que más lo deseó"

Alexander supera a Jerome Jordan.

Alexander supera a Jerome Jordan. / A. Pacheco (ACB Photo)

Sin tensión, sin nada en juego más que el orgullo propio de dejar una buena imagen tras ser barridos por el Barcelona, pero con la lógica relajación que otorga haber conseguido el objetivo, el Coosur Real Betis cayó con claridad por 101-77 ante un Fuenlabrada con más ganas, con más nervio y más centrado, que dominó el encuentro desde el salto inicial ganando todos los balones divididos por los que antes mataban y morían los verdiblancos. Sin Feldeine hay menos talento en el equipo sevillano y cuando otras veces suplía esa carencia con actitud en el Fernando Martín no hubo ni eso. Mal regusto de boca, que podrá cambiar ante un Gran Canaria que llegará a San Pablo jugándose el play off, pese a que la permanencia ya está en el saco.

El primer triple convertido por Borg fue un espejismo. Fue, en el primer ataque visitante, el único del primer cuarto de los siete lanzados. En el otro aro, todo lo contrario hasta firmar un 5/6 desde más allá de la línea de los 6,75 metros para lograr abrir brecha y marcar diferencias desde muy pronto. Y es que el triple ha sido una de las claves de la temporada verdiblanca: malos porcentajes de acierto y muchos encajados. Para muestra, un botón, porque si el Burgos hace unas semanas se llevó el choque con un 52% de eficacia exterior (13/25) y el Barça pasó el rodillo con un 59% (17/29), el Fuenlabrada firmó un 46% (13/28).

Pero no sólo tropezó el Betis en el perímetro. La clave fue una puesta en escena calamitosa en cuanto a actitud que el conjunto de Josep María Raventós detectó al momento para, con sólo un poco más de intensidad y deseo a la hora de buscar la pelota y atacar la defensa, llevarse con comodidad la victoria con la que supera en la clasificación al conjunto sevillano ganándole el average.

Randle pierde la pelota ante Emegano. Randle pierde la pelota ante Emegano.

Randle pierde la pelota ante Emegano. / A. Pacheco (ACB Photo)

La entrada de Ndoye le cambió un poco la cara al equipo. El senegalés peleaba en la pintura, reboteaba y anotaba para echarse el equipo a su espalda, anotando la mitad de los puntos del Betis al final de un primer cuarto que se enderezó algo (25-20). Con 20-11 Plaza pidió tiempo muerto y sus jugadores reaccionaron tibiamente y llegaron a ponerse a tres puntos al inicio del segundo acto. Pero un parcial de 18-4 finiquitó el encuentro, con el técnico catalán dándole minutos a Tisma y Mike Torres, ya que no había nada más que perder ya que el partido.

Con el 43-26 de nuevo Plaza llamó a su tropa a capítulo y sus pupilos reaccionaron, otra vez levemente para irse al descanso con 12 puntos abajo (49-37). Pero la suerte estaba echada. Al Betis le faltaba chispa. Nervio. Puede llegar a ser comprensible, después de una complicada campaña en el que la tensión y el miedo siempre acompañó en cada jornada al cuadro hispalense. Llega la relajación y uno se desinfla hasta firmar el peor partido con Plaza en el banco.

En el tercer cuarto el guión se mantuvo. Acierto del lado local, que llegaba bajo canasta con facilidad, lanzaba desde lejos con poca oposición y aprovechaba las pérdidas visitantes para sumar y ampliar la renta. Si a las 16 pérdidas béticas se suman los 16 rebotes ofensivos del equipo madrileño son 32 posesiones extras para los locales. Tan fácil lo vio su técnico que le dio minutos a canteranos como Makoha y Bagayoko o a veteranos como Chema González casi con la única misión de que anotaran en un ataque coral en el que hasta cinco jugadores superaron los 10 puntos, quedándose Trimble, máximo anotador de la competición, en apenas seis.

Borg trata de taponar a Eyenga. Borg trata de taponar a Eyenga.

Borg trata de taponar a Eyenga. / A. Pacheco (ACB Photo)

No lo necesitaron sus compañeros para batir a un timorato Betis, que con el trabajo hecho fue a Fuenlabrada sin el espíritu competitivo que venía demostrando y que deberá recuperar el domingo ante el Gran Canaria para, al menos,despedir el curso con un sabor de boca algo más dulce.

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