El Coosur Betis acabó la primera vuelta con cuatro triunfos y 14 derrotas, una victoria menos que la pasada campaña con Curro Segura (5-12), aun jugando este curso un partido más al ser 19 equipos. Las dos últimas citas, ente el Zaragoza y el Burgos, acabaron en derrotas competidas, pero derrotas, una ante un rival directo como el cuadro maño, con el que se volverá a ver las caras en poco más de un mes en San Pablo (28 de febrero), aunque antes afrontará una cuesta de enero en la que se tendrá que remangar para tratar de sacar algo positivo.

El calendario no da un respiro al conjunto verdiblanco, que este domingo (12:30) visita al Baskonia, al que se midió hace apenas un mes en Sevilla. Los vitorianos llegarán con muchos kilómetros a la espalda y minutos en pista esta semana, tras afrontar una doble jornada en la Euroliga desplazándose a Estambul para jugar con el Fenerbahçe, primero, y a Tel-Aviv, después. Una buena ocasión para tratar de sorprender al cuadro vitoriano, aunque los de Joan Plaza afrontarán la cita cojos en la posición de ala-pívot, cortado ya Obi, un puesto en la que Dusko Ivanovic cuenta con Polonara y Peters, por lo que sufrirá Kay.

Una semana más tarde el Betis recibirá al Unicaja (sábado 23 de enero, a las 20:45), de nuevo con apenas un mes de diferencia del choque de la primera vuelta, resuelto a favor del equipo hispalense tras una agónica prórroga. Tras perder en Eurocup frente al Joventut en el estreno del Last 16, el cuadro costasoleño visitará la capital andaluza después de viajar a Mónaco y antes de recibir al Nanterre, citas en las que se juega buena parte de sus opciones en el torneo.

Desde el duelo en la Fonteta hasta recibir al Zaragoza habrá tres semanas de parón

En la siguiente jornada de la Liga Endesa, el 30 y 31 de enero, al Betis le toca descansar, por lo que tendrá tiempo para preparar el desplazamiento a Valencia del 6 de febrero. Otro equipo que disputa competición continental y que dos días antes de medirse con los béticos se enfrentarán al CSKA Moscú en la Fonteta.

Más le vale al Betis sacar algo positivo de esos encuentros para no afrontar el parón por la Copa y las ventanas FIBA, en la que presumiblemente perderá a internacionales como Borg y Ouattara, más preocupado por la clasificación que por mejorar y preparar a conciencia la siguiente cita, clave en el devenir de la temporada frente a un rival directo como el Zaragoza, ya el 28 de febrero.