Coosur Real Betis

Joan Plaza: "El prestigio se gana día a día; no hay que vivir de las rentas del pasado"

  • El técnico no elude la dificultad del reto" de dirigir a este Betis Baloncesto, ante las exigencias de la ACB, e incide en la necesidad de fichar

  • Destaca la importancia del "factor mental" en estas situaciones y la buena actitud de los jugadores

Joan Plaza, en las oficinas de la entidad ya como técnico verdiblanco.

Joan Plaza, en las oficinas de la entidad ya como técnico verdiblanco. / Betis Baloncesto

Joan Plaza vuelve a casa por Navidad. A una de ellas, ya que considera los clubes y ciudades por los que ha pasado como parte suya. Por eso, insistió, apostó por fichar por el Coosur Betis, "para ayudar" en lo que estuviera en su mano, aunque las voces que consultó le decían que "estaba loco". Quiere fichajes y lo dice abiertamente. Pero no se rasgas las vestiduras y asume que aceptó el reto "sabiendo lo que había" y si no viene nadie trabajarán con la misma ilusión por "sacar adelante este difícil reto". 

–Después de una semana de trabajo, ¿qué idea se hace del grupo?

–La sensación que tengo tras unos días de entrenamientos y un partido es que la actitud está siendo muy buena. Irreprochable a nivel de esfuerzo. Lo que no se hace es por desconocimiento de lo que se demanda. Creo que el equipo puede hacerlo mejor con el tiempo y cada jugador, a nivel individual, recuperar las razones por las que lo hicieron bien en otros clubes y vinieron a éste. No se les puede haber olvidado jugar bien.

–¿Falta calidad en la plantilla?

–Todos, incluido yo, tenemos margen de mejora. Puntos fuertes y de flaqueza. La idea es ensanchar esas fortalezas y maquillar las debilidades individualmente y como grupo. Lo que he visto es que entrenando hay buen nivel. A los jugadores los veo satisfechos con lo que les propongo y hay que plasmarlo en los partidos y sumar victorias, no vender humo.

–¿Por qué se ha metido en este berenjenal?

–Durante la temporada las propuestas que se especulaban venían más del extranjero. No tengo problemas con irme fuera. Ya fui el primer español en entrenar en Euroliga en el extranjero, pero la experiencia me ha ensañado a elegir donde vaya a encontrarme las menos sorpresas posibles. Esas experiencias fuera me hicieron entender que debía estar dispuesto a retos de todos los niveles. Ya dije, y lo repito, que siempre trataría de ayudar a cualquier equipo de los que he entrenado que tuviera problemas. Como dijo el presidente, Fernando Moral, he intentado no desvincularme del club e incluso trato de sugerir el fichaje de entrenadores o jugadores cuando se me ha preguntado. Es cierto que todo el mundo me recomendó no venir. Los números, estadísticamente hablando, no eran llamativos para venir, pero no deja de ser un gran club en el que fui feliz y me lancé este reto, distinto a todos los que he tenido. No hay más.

Joan Plaza da instrucciones a sus jugadores durante un entrenamiento. Joan Plaza da instrucciones a sus jugadores durante un entrenamiento.

Joan Plaza da instrucciones a sus jugadores durante un entrenamiento. / Betis Baloncesto

–¿Tiene más que perder que ganar en el Betis?

–Hay quien me dijo que corría el riesgo de perder prestigio, pero creo que eso es algo que uno se debes ir ganando día a día y no vivir de rentas del pasado. Muchos amigos y compañeros me decían que no sabía donde me metía. La situación es difícil y más allá de encontrarme la plantilla hecha el hándicap es no disponer de una pretemporada para darle entidad al equipo. Mi metodología es distinta a la del Cajasol de hace 10 años y requiero menos tiempo que antes. Pero es inevitable que ese tiempo todavía se traduzca en derrotas, por lo que hay que minimizarlo. Para mí la pretemporada es lo que marca la diferencia. Quiero verme llevando portaviones y grandes barcos y equipos más modestos a día de hoy., con la ilusión, como hace una década en Sevilla, de hacerlo a medio plaza un club más sólido. A ver si soy capaz de navegar.

–Euroliga, Eurocup, play off, Copa... ¿Está preparado para luchar por la salvación?

–Es un factor mental que hay que saber llevar. Cuando llegue a Sevilla la primera vez venía a un equipo por el que habían pasado cinco entrenadores en dos años logrando la permanencia siempre al final. El objetivo de aquel Cajasol era también no bajar, sobre todo el primer año, pero se dieron buenas circunstancias para adelantar los pasos marcados. Ahora es cierto que llego a mitad de temporada y con los jugadores ya con un nivel de presión y ansiedad por los resultados grandes. Llevan ya la mochila cargada por los malos resultados y hay que ir sacando esas piedras. Pero he venido aceptando y sabiendo lo que hay.

–Del Betis del ascenso siguieren tres jugadores; de la temporada pasada, cuatro. ¿Tanto cambio es bueno?

–Hay que entender primero que existen una serie de leyes que te penalizan cuando tienes un jugador que cotizan a una fiscalidad y retenerlo otra temporada supone cotizar al doble. En equipos pequeños es complicado, pero cuando te ves en la necesidad de no mantener tu columna vertebral te penaliza mucho. Es algo que el club lo sabe e intentará modificar, porque es una dificultad. Para mí lo ideal es tener 8 ó 9 jugadores consolidados en la competición a costa de no tener 12 de gran nivel. Gente experimentada en la categoría y que conozcan el contexto de la ciudad y que lleguen a tener una identificación con el club y la afición.

–¿Le hacen falta fichajes al Betis para salir adelante?

–Lo ideal, y lo dije cuando me sondeaban, es que esos fichajes llegaran incluso antes que yo. Creo que son muy urgentes y necesarios, pero no puedo darle más vueltas a esto ni apretar mucho más. He de centrarme en sacar el mejor rendimientos de los que tengo en mis manos ahora. Si viene alguien que nos mejore, perfecto, pero no quiero que llegue alguien que sea más de lo mismo. Si deciden no traer a nadie haré mi trabajo con la misma ilusión dando el 100%.

–Va viendo que, económicamente, este Betis no es aquel Cajasol con el que triunfó.

–El primer año no era tan alto como la gente cree. La segunda campaña sí logramos subirlo, también porque con el trabajo de mucha gente, técnicos y los jugadores incluidos, optimamos el rendimiento de jóvenes como Satoransky y Sastre. No se esperaba esa evolución y después nos permitieron dar un paso adelante. Ahora la situaciones distinta. Hay que hacer ver a quien decide que es una situación arriesgada y que se debe hacer ahora un esfuerzo a costa, incluso, del presupuesto del año que viene. Pero lo hago de puntillas, porque soy el último mono en llegar. Me preguntaron y lo tengo claro: lo esfuerzos, ahora; en verano ya veremos si hay que hacer inventos.

–¿La mejora debe partir desde la defensa?

–No exclusivamente. La estadística decía que más que una mala defensa se encajan muchos puntos en parciales, que se fallaba en las transiciones, en el rebote... Recibir 72 puntos en el primer partido y fuera de casa no está mal, pero tenemos que bajar esa cifra tan idílica como aumentar la aportación ofensiva. Son varias cosas y no podemos centrarnos en una: el rebote, no conceder contragolpes, las pérdidas...

–¿Puede el Betis jugar más situaciones de pick and roll?

–Si antes no se ha usado habrá sus motivos. Depende de la capacidad del pasador, de la del finalizador... Hay que poner todo en la balanza. Cuando no se ha hecho hasta hora es porque se ha entendido que las piezas no son las adecuadas.

–Siempre ha dicho que en el rebote buena parte depende del deseo del jugador. ¿Ha faltado deseo en los jugadores?

–Creo en el poder de la palabra. Estos días he estado intentando explicar la importancia de ser sólidos en el rebote, las ventajas de cargarlo más, por donde se pueden coger más... Pero no he notado esa falta de deseo ni de actitud. 

–¿No es Campbell un base poco director para lo que ha contado usted en otras épocas?

–He tenido bases de todo tipo. Mi labor es hacer, a esos jugadores que tienen que rendir más, sacarle el máximo provecho posible hasta el punto que alguno puedan dar cambio radical.

–¿Puede ser Pablo Almazán su nuevo Tariq Kirksay?

–Lo llevo siguiendo tiempo y su evolución es la que siempre quieres como entrenador en un jugador. Ha sabido sufrir, se ha ganado un sitio con trabajando, sin que las cosas le fueran siempre de cara y pone corazón jugando. Esperemos que se recupere pronto.

Joan Plaza se dirige a sus jugadores. Joan Plaza se dirige a sus jugadores.

Joan Plaza se dirige a sus jugadores. / Betis Baloncesto

–¿Pudo cambiar aquella final de Eurocup la historia del Cajasol, finalmente absorbido por el Betis?

–Puede ser. Ahí batallamos contra muchas circunstancias. Con un día entre la semifinal y la final se hubiese visto otro partido. En Treviso jugamos en el segundo turno contra el anfitrión, acabando muy tarde, y a primera hora de la tarde del domingo por el título frente al Unics Kazan. Seguramente haber jugador la Euroliga con Cajasol habría sido un impulso para el club. El tiempo da más valor a aquella final. Una final que concibo como un título por todo lo que significó y espero que así lo vea la afición. Jugar sábado y domingo nos perjudicó. Quizá con otro formato que no hubiera sido Final Four o con un día de descanso... Hay que mirar atrás sólo para sentir orgullo por aquello e intentar, muy lentamente, volver a crear esa sensación de equipo ganador en Sevilla.

–Además de dinero, ¿falta algo en Sevilla para asemejarse a Unicaja y mirar siempre a objetivos ambiciosos?

–Lo más importante, después de tanto tiempo que llevo en esto, es tener clara una dirección y una línea de trabajo definidas. Los que lleguen deben adherirse a esa línea de trabajo. Si encima tienes un espónsor consolidado, instalaciones que no interfieran en tu trabajo... Eso es lo que hubo en la primera etapa, con una línea bien marcada por Llaneza. El objetivo era consolidar al club en la ACB, pero aceleramos los plazos con jugadores que creyeron en esa filosofía. Pero eso lleva tiempo. El dinero ayuda, pero si tienes un mal gestor en los despachos o un entrenador resultadista a la larga será malo. Hay que plantearse una meta y objetivos coherentes.

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