El baile de los banquillos de la ACB ha arrancado. Quizá estos movimientos son parte (o no) de la reflexión que Joan Plaza lleva haciendo desde que acabó la liga a mitad de mayo para decidir si continúa o no en el Coosur Betis, pero sí que podría influir en su decisión final.

El Valencia comunicó que Jaume Ponsarnau no seguiría en el banquillo y un día después el técnico ya tenía acomodo en el Casademont Zaragoza. Queda libre el banquillo taronja, un destino siempre ambicioso para cualquier preparador, aunque también una plaza exigente. Parece que tiene un claro candidato a sentarse en él, Joan Peñarroya, que ha puesto fin a su exitosa etapa en el San Pablo Burgos, lo que deja también otro banquillo muy apetecible libre. Pero todavía hay otros puestos en el aire, como el del Joventut o el Manresa, cuyo técnico, Pedro Martínez, se lo relacionó antes con el cuadro maño.

También es una incógnita el banquillo verdiblanco. Joan Plaza tiene contrato para el próximo curso, pero también la posibilidad de salir antes del 30 de junio. No está dispuesto a continuar a cualquier precio y tiene claro que su decisión depende de que perciba un paso adelante en la ambición del club y su deseo de crecer.

Y todo ello con la entidad bética patas arribas, pendiente igualmente de la determinación de Juanma Rodríguez, director deportivo heliopolitano, al que sólo le pusieron la oferta de renovación sobre la mesa cuando le llegaron cantos de sirena desde el Unicaja para volver a Málaga con plenos poderes.

Sin director deportivo ni entrenador confirmado a estas alturas del calendario, no hay nadie ahora mismo con capacidad de decisión sobre el futuro de Mike Torres, Niang y Spires, todos con la posibilidad de ampliar su contrato un año más. Todos cupos de formación cuando Plaza desea contar con un bloque de nacionales amplio y consagrado a costa de disponer de algún jugador menos en la plantilla. También hay que decidir sobre Feldeine y Ouattara, aunque éstos pueden ejecutar su cláusula para abandonar la entidad.

Demasiados frentes abiertos para el Coosur Betis, que espera movimientos para empezar a funcionar, lo cual está retrasando toda la planificación, aunque los jugadores que se pondrán en el tanteo sí están consensuados.

El baile en los banquillos ha empezado y puede que Plaza sea protagonista en él. No parece tener muchas ganas el técnico de volver a salir fuera tras sus buenas experiencias en Kaunas y San Petersburgo. Su entorno se encuentra muy a gusto en Sevilla y eso es un punto a favor para que decida quedarse, pero puede no ser suficiente para que el catalán decida liderar un año más el proyecto del Coosur Betis en la Liga Endesa. El tiempo corre y el baile ha empezado.