Se acabó la aventura de Javi Carrasco como entrenador del Betis Baloncesto. Los resultados lo han condenado. Cinco derrotas en seis partidos, aunque tuvo opciones en todos ellas con una plantilla coja en varias posiciones y que si bien, con un poco más de suerte, podría tener algún triunfo más, lo cierto es que hoy por hoy no da para acercarse al objetivo del ascenso que se propuso el conglomerado mexicano XOY, propietario del club.

El técnico sevillano, un hombre de la casa que llevaba más de una década en la entidad, dio el paso adelante en verano cuando el descenso acabó con la apuesta del Betis por el baloncesto. "El ascenso no es el objetivo, sino un deseo", dijo el CEO bético, Ramón Alarcón, dos meses después de perder contra el Real Madrid sin que nadie abriera antes la boca. Aceptó el reto aun sabiendo que el presupuesto inicial casi no daba ni para pelear por la permanencia. Unos días antes de empezar la LEB Oro el Betis hizo oficial el traspaso de la sección a XOY y de su mano llegaron fichajes de un perfil superior, aunque sin experiencia en una categoría cada vez más competitiva.

Cierto es que han seguido llegando incorporaciones, pero a excepción de Polanco ninguno ha demostrado hoy por hoy un nivel como para que el equipo de Carrasco se convirtiera en el rival a batir. Juega con un solo pívot, Ismael Romero, que tiene una pobre estadística desde la personal que ha costado algún triunfo; tiene lesionados a Pacheco y Pablo Almazán; falta un alero titular en el plantel y hasta un cuatro competitivo, pero en estos casos el del entrenador es el eslabón más débil.

"El Betis Baloncesto informa de cambios en su estructura deportiva con la salida de Javier Carrasco como entrenador. Los números no favorecen la permanencia de Carrasco, por lo que la directiva hace este movimiento en la búsqueda de encontrar el equilibrio competitivo que permita al Betis cumplir sus objetivos. Reconocemos y agradecemos la pasión y dedicación de Carrasco al frente del equipo en estos complicados días", señala la entidad en un escueto comunicado.

Lo cierto es que Carrasco trabajaba con un solo ayudante, ya que Rocky Jarana volvió a los despachos hace unas semanas. Se da la circunstancia de que quien hacía de segundo entrenador, Juani Díez, no tiene licencia federativa como entrenador, sino como delegado, de manera que no podría sentarse en el banquillo ni haber dirigido antes en caso de que Carrasco hubiera sido expulsado en algún partido.

Uno de los nombres que saltan a la palestra como principal candidato al banquillo verdiblanco es el de Paco Olmos, con amplio bagaje previo en baloncesto mexicano antes de que el Breogán lo rescatase para ponerlo de nuevo en el panorama actual españaol, aunque en el San Pablo Burgos no le fueron nada bien las cosas después y fue destituido cuando el equipo estaba lejos del ascenso en la LEB Oro la pasada campaña. Iván Déniz, entrenador del Libertadores de Querétaro, equipo propiedad de XOY en México, ha estado hace poco ingresado por una neumonía y podría incorporarse más adelante a la entidad con alguna figura en el cuerpo técnico, una vez que acabe la liga mexicana en diciembre.