Deportes

Un bueno de la NBA y uno digno de ACB

  • El Sevilla salió valiente, con toque y llegadas, pero su ineficacia arriba contrastó con la calidad del rival en salidas muy verticales

Era como si jugara un equipo bueno de la NBA contra uno digno de la ACB, como si un púgil de los pesos pesados peleara contra un peso pluma. La batalla parecía perdida de antemano. Igual lo estaba. Es normal llegar a zona de remate y fallar ocasiones, es la ley del fútbol, aunque quizás no tanto como lo hizo el Sevilla. Pero menos lógico es que el rival describa una efectividad del 80% o el 90% en sus ataques.

Defensa

El Sevilla salió animado, tratando de plantar la línea defensiva lejos de Javi Varas. Y discutiéndole la posesión del balón al Madrid. Pero eso no le preocupa a Mourinho, sabedor de que sus chicos no necesitan tocar, sólo salir como un rayo, a poder ser en pocos toques. Cierto es que el Sevilla le allanó parte del terreno: Medel arriesgó demasiado al tratar de cortar el pase a Di María por delante, antes de la recepción del balón. Llegó tarde y el argentino se encontró con el camino expedito. Pero hay más mérito propio que demérito del Sevilla en la jugada: pase perfecto con el exterior del pie, definición perfecta de Cristiano y nada que hacer. En la siguiente ocasión que llega el Madrid, otra asistencia de Di María a la espalda de los centrales y Callejón desvía a la red. En la primera parte, los centrales apenas se emplearon en tareas típicas de centrales (meter la pierna a un delantero que trata de controlar de espaldas a la portería, despejes de balones laterales al área...) porque el Madrid no elaboró ni insistió en sus ataques. Apenas tocaron la pelota Fazio y Spahic y se fueron al descanso 0-3. El Madrid esperó sus momentos para soltar los zarpazos y tuvo una efectividad casi plena por su calidad.

Marcelino facilitó aún más la goleada al prescindir de Fernando Navarro, ya diez contra diez, y dejar una defensa de tres. Por aquella zona se coló el Madrid.

Ataque

La línea de cuatro por detrás de Negredo salió con buen son, trenzando y profundizando por fuera, con los centros de Navas y las diagonales de Manu al área, y con Trochowski y Rakitic desahogando y ganando metros con sus pases. Negredo fue otra historia: falló casi todos los controles e hizo poco por zafarse de los marcajes. Kanoute afiló más los ataques entre líneas y abrió balones a Jesús Navas.

virtudes

La puesta en escena fue competitiva. Hubo elaboración y llegada.

talón de aquiles

El Sevilla traza en los últimos partidos una perniciosa dinámica de inefectividad.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios