Al Caja 87 no le llega contra los de su misma liga (90-71)

El Biele pasa por encima en la segunda parte del conjunto sevillano, huérfano de un líder, incapaz de defender con intensidad y falto de una idea clara de juego

Bilalovic trata de entrar a canasta.
Bilalovic trata de entrar a canasta. / M.G.

La ambición, como el movimiento, se demuestra andando. De nada sirve hablar de ascenso si después cuando toca enfrentarse con uno de los rivales de altura el partido de Caja 87 acaba en derrota. Perdió contra el Córdoba, frente al Clínica Ponferrada y ahora contra un Biele que pasó por encima de un equipo sin identidad ganando por 90-71. Casi sin alma. Enfrente no estaba el Jaén esta vez. Había un rival de verdad, de los llamado de la misma liga, pero el conjunto sevillano está lejos ahora de poder disputarle nada a los de arriba. No le da. No le da porque mientras Aizpitarte se echó el equipo a su espalda con 27 puntazos en el cuadro hispalense Rakocevic, el temporero que llegó un mes y medio después por Bertain, se fue de Azpeitia con un solo postrero triple al final; Clarke, el llamado referente exterior, apenas sumó siete puntos pese a lanzar todo lo que pudo y más en un desastroso último cuarto, con todo ya perdido, en el que Adrià Alonso, el entrenador que venía para ascender, no sólo fue incapaz de cambiar la inercia negativa para maquillar el resultado, sino que parece no darle a su equipo un estilo de juego reconocible.

Uno no sabe ya si el Caja 87 prefiere ataques largos, correr, aprovechar el físico por dentro o darle preponderancia a los exteriores. Falta un líder sin Dedovic, pero no puede ser una excusa porque Iñigo Núñez se presentaba con cuatro lesionados en la plantilla. Pero Biele sabe a lo que juega. La velocidad y verticalidad de Moncanut abre espacios, los interiores saben que cuando por dentro se cierra la defensa siempre hay un exterior liberado en el triple y Azpeitia emergió como un auténtico killer, un jugador con muchos puntos en sus manos que es lo que busca el club sevillano en el mercado sin hallarlo todavía. Y no se trata ya de perder o ganar, porque los líderes (Córdoba y Biele) apenas tienen dos triunfos más, sino de la sensación cada vez más generalizada de que con lo que hay no llega para cumplir con ese ambicioso mensaje lanzado antes de que los partidos de verdad empezaran.

El Caja 87 encalló, otra vez más, en un tercer cuarto nefasto. Tuvo un +10 en el primer acto (14-24), llegó con vida al descanso (40-35), aunque por detrás ya en el luminoso y llegó a empatar (44-44) con un estratosférico aro pasado de Jankovic, otro que apenas pareció por el encuentro, pero el equipo se cae con demasiada facilidad. Las continuas rotaciones no son la fórmula que mejor le sienta al conjunto hispalense, que cuando se olvida de defender es un equipo vulgar capaz de sobrevivir cuando alguna d sus individualidades tiene el día, pero que como grupo parece lejos de jugar como un equipo. Un parcial de 10-0 tras esa fugaz igualada fue el principio del fin. Con 54-44 pidió tiempo muero Adrià Alonso y Franch respondió a la salida del mismo, pero otro 10-0 desde el 58-51 acabó con la resistencia cajista, que encaró el último cuarto ya con el encuentro perdido (70-53).

Y no sólo por el marcador, sino porque nadie creía en la remontada. Ni en la pista ni en el banquillo. El último acto fue aún peor, con ataques anárquicos que no llevaban a nada y desdibujaban todavía más la imagen del Caja 87 como equipo candidato al ascenso. Así será complicado ser aspirante con opciones reales. Queda todavía mucha liga y las tornas pueden cambiar, pero hay que darle a esto un giro para, al menos, poder competir de tú a tú contra el resto de candidatos.

Y eso que el comienzo fue ilusionante, pese al intercambio de errores inicial en la pintura entre Jankovic y Niang, quien viendo que por dentro no podía se animó por fuera hasta que con su 0/3 en triples también decidió cortarse un poco. Sergio Cecilia el cajista más inspirado en estos momentos del curso tomó las riendas en ataque y con siete puntos colocó el 8-14 con un Biele en el que sólo la velocidad de Moncanut producía algo. Íñigo Núñez, técnico local, varió su idea inicial y apostó pro jugar con dos bases, pero enfrente Franch carburaba, Cabral respondía bajo los tableros y Dibba barría lo que quedaba cerca del aro hasta cerrar el primer cuarto con 14-24: 20 tiros de campo visitantes por los 14 del conjunto vasco reflejaban el dominio hispalense en los primeros 10 minutos, apoyado en el 0/7 en triples de los locales.

Pero las tornas cambiaron. Cabral tuvo un lanzamiento liberado para disparar a su equipo hasta el +13, pero erró y Aizpitarte despertó a los suyos desde más allá de la línea de los 6,75 metros aprovechando la feble defensa cajista. Primero, con un 3+1 con un Calrke algo torpe y después aprovechando la defensa con la mirada de Rakocevic y Clarke para clavar el segundo y el tercero hasta el 28-28. Otra vez en un visto y no visto el Caja 87 tiraba por la basura una renta importante. Sagna, con un contragolpe de libro, puso al Biele por primera vez por delante en el marcador ante un rival atascado en ataque en el que parecía las continuas rotaciones le sentaban peor perdiendo continuidad sin ganar frescura física por la pista. Williams, después se apuntó a la fiesta con dos triples lejanos animándose a lanzar sin que nadie lo defendiera y al descanso se llegó con el 40-35 con mucho que mejorar en el conjunto de Adrià Alonso, otra vez castigado con más del doble de faltas que el contrario: 4-9 que se tradujo en siete tiros libres menos. Había partido aún, hasta que se despeñó el cuadro sevillano en otra segunda parte para olvidar.

Ficha técnica

90 Biele ISB (14+26+30+20): Moncanut (17), Aizpitarte (27), Acha (2), Sagna (11) y Niang (6) -cinco inicial-, Williams (12), Olaizola (1), Badji (10), Miranda (2) e Inda.

71 Insolac Caja 87 (24+11+18+18): Santos (2), Clarke (7), Cecilia (10), Jankovic (10) y Latorre (4) -cinco inicial-, Cabral (11), Dibba (6), Cebolla, Rakocevic (3), Franch (10) y Bilalovic (8).

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