Un campeón gana y gana (3-1)
El Betis se impone con claridad al Huesca después de su semana de festejos y hoy conseguirá el título si el Rayo pierde · Los locales, pese a los problemas en su once, le añadieron concentración a su habitual calidad
El Betis puede ser campeón de la Liga Adelante alrededor de las dos de tarde de hoy, siempre que el Rayo caiga en su fiesta particular contra el Xerez, y lo sería por la sencilla razón de que el equipo adiestrado por Pepe Mel se limita a hacer su trabajo de ganar. Nada más y nada menos que salir triunfador en la mayoría de los partidos que disputa con independencia de las circunstancias que le toque sortear en cada uno de ellos. Ayer, sin ir más lejos frente al Huesca, los verdiblancos tuvieron que improvisar una defensa entera con dos centrales que han sido la mayor parte de su carrera medios centro, con un lateral derecho que ejerce casi siempre como interior, y con un lateral izquierdo, el único titular, cambiado de banda. Pero da igual, el Betis de Pepe Mel impone su fútbol al adversario para volver a acabar con la sonrisa en el rostro, justo como hacen los campeones.
La razón para que el final sea feliz casi siempre es bien sencilla. Aparte de la calidad de sus futbolistas, muy superior a la media de la categoría, este Betis siempre afronta los encuentros con la seriedad que éstos le exigen. La desconcentración está prácticamente prohibida, todos van a una desde que el balón es tocado por primera vez en el punto central y el gol al adversario es la consecuencia final de conjugar ambos factores, es decir, la calidad y la concentración. El Betis, Pepe Mel, lo sabe y se limita a dar las órdenes oportunas para que nadie se salga de esa línea, para que todos ejerzan su trabajo con solidaridad y con seriedad. El resto ya pertenece a la inspiración, a la recurrente calidad individual o combinativa. En definitiva, a que Rubén Castro, Emana, Beñat, Jorge Molina o cualquier otro, porque son así de numerosas las vías para lograrlo, se encarguen de torpedear al contrincante.
Puesto así negro sobre blanco puede parecer fácil incluso, pero no lo es. El Betis trabaja lo indecible para hallar el equilibrio necesario en todas las parcelas, en la suma y también en la resta. Lo hace incluso en tardes como la de ayer que son propicias para la mandanga, para dejarse llevar por las circunstancias. Porque era un día complicado tras una semana de fiestas y tal vez, sólo tal vez porque con este grupo no se sabe, de menos intensidad en los entrenamientos, porque el calor era intenso a las seis de la tarde en Sevilla y más en el césped de un campo de fútbol... Demasiadas circunstancias propicias para que la intensidad fuera menor, pero ahí estaba este Betis para encargarse de disipar cualquier duda con prontitud. Rubén Castro corre sin balón para retrasarse y mostrarle el camino a su paisano Momo, Beñat lo apoya en corto antes de aprovechar otra nueva carrera al espacio del goleador canario y éste en lugar de pecar de egoísta, como lo hubiera hecho cualquier delantero que aún optara al galardón de pichichi, piensa más en el colectivo y tiene tiempo de ver que Jorge Molina lo ha acompañado en la carrera para cederle el privilegio de ser él quien grite al aire el 1-0. Ni siquiera se habían consumido los cuatro minutos en el cronómetro y el Betis ya estaba por delante en una verdadera demostración de calidad, por los toques, y también de que todos fueron a una en diversas carreras sin balón que se podían haber quedado en nada de no haber encontrado la colaboración del compañero para conectar con ellos.
Éste, con trazos gruesos, es el secreto del Betis de Pepe Mel, muchos se ofrecen, muchos participan de tres cuartos hacia delante y, lógicamente, el adversario acaba ofreciendo vías de agua cuando trata de taponar a uno u otro. A partir de ahí tampoco cabe la desidia, es cierto que el ritmo no podía ser excesivamente intenso con la temperatura que tenían que sufrir quienes debían correr detrás del balón, pero la seriedad se mantuvo hasta que el resultado se puso en un dos a cero que ya parecía definitivo tras el penalti transformado por Rubén Castro. Sólo entonces los anfitriones tuvieron algún detalle con un Huesca que quería y casi nunca podía.
Porque el Betis no adicionó ningún gol más a su casillero durante el primer periodo, pero siempre estuvo mucho más cerca de Cabrero que de Casto a pesar de la defensa de circunstancias que se encargaba de proteger a éste. Rubén Castro ya tuvo la ocasión de hacer el 2-0 en el minuto 24, a Jorge Molina le anularon un tanto después por un fuera de juego previo en una falta y el propio delantero centro no llegó a rematar al filo del descanso otro centro de Rubén Castro. Por cierto, apenas aparece en este relato hasta ahora el nombre de Emana, pero el camerunés estuvo generoso en el esfuerzo, tuvo pinceladas de una enorme calidad y Cabrero le impidió que le pusiera la rúbrica a un gol en un remate de rabona que pudo convertirse en el 3-0.
Ya en la recta final, cuando el marcador se puso franco, Iriney comenzó a notar la fatiga y le costaba más volver después de tratar de robar el balón muy arriba, algo que el Huesca aprovechó para reducir las diferencias y hasta pudo hacerlo para igualar de no haberse asustado Víctor Pérez cuando se quedaba en solitario frente a Casto. Pero hubiera sido injusto que esto sucediese, el Betis había sido muy superior durante todo el encuentro y volvió a conjugar la calidad con la concentración y la seriedad. Justo como hacen los campeones, ya sean de la categoría que sean, para ganar, ganar y ganar.
Ficha técnica:
3 - Real Betis: Casto; Juanma (Sergio, m. 88), Arzu, Cañas, Isidoro; Iriney, Beñat; Rubén Castro, Emaná (Miguel Lopes, m. 83), Momo (Jonathan Pereira, m. 65); y Jorge Molina.
1 - SD Huesca: Cabrero; Molinero, Corona, Echaide, Marcos (Roberto, m. 65); Sorribas, Luis Helguera; Iñigo Pérez (Víctor Pérez, m. 46), Camacho, Toni (Gallardo, m. 73); y Tariq.
Goles: 1-0: minuto 4, Jorge Molina. 2-0: minuto 56, Rubén Castro, de penalti. 2-1: minuto 73, Camacho, de penalti. 3-1: minuto 87, Beñat.
Árbitro: Daniel Ocón Arráez (Comité Riojano). Expulsó con doble amarilla al visitante Corona (m.55 y m.84). Amonestó a los locales Casto (m. 72) y Miguel Lopes (m.90).
Incidencias: Partido correspondiente a la cuadragésima jornada de la Liga Adelante disputado en el Benito Villamarín ante unos 35.000 espectadores.
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