Alejandro Díaz de Movellán (La Alfalfa, Sevilla, 15-11-1971) tiene la misma edad que Unai Emery, prácticamente. El técnico sevillista es mayor que él doce días, pero tiene menos responsabilidad que este trotamundos empedernido: es el comandante del Boeing 767 -el Milagros Díaz, el mismo que llevó al Cajasol a Treviso para la Final Four de la Eurocup en 2011- que trasladó este martes al Sevilla hasta Turín. Hijo de cántabro, conserva el acento de sus ancestros y mantiene su pulso futbolero que tanto une al norte y al sur intacto. Es el primer sevillista que tomó tierra en Turín, en el morro del avión de Privilege Style, a eso de la una de la tarde. El destino de este equipo está en sus manos, a los mandos de un avión.

Sus dos pasiones son los aviones y el Sevilla Fútbol Club. Lo ha acompañado a todas las finales, en todos los títulos. "Teníamos el Bar Laredo, mi abuelo lo abrió en el año 1939, y cuando mi padre se jubiló era quedármelo yo o traspasarlo. Eso me habría supuesto dejar de volar. Me da mucha pena lo del Laredo, he trabajado hasta poniendo café con leche en la Madrugada del Viernes Santo. Es el negocio que nos ha dado de comer", recuerda.

Incondicional del equipo que luce el escudo de la ciudad, a veces acaba ronco. "Más de una vez ha tenido que hablar en los vuelos de vuelta por la radio el copiloto, yo estaba ronco de gritar", dice casi con orgullo. "Cambia mucho de verme de uniforme de piloto a verme en el Sánchez-Pizjuán de normal, siguiendo al equipo. Mis tres hijos sí son socios, pero yo sólo coincido tres o cuatro partidos cada año. El club me invita de vez en cuando al palco. Siempre me cuidan bien. El mayor es socio antes de los títulos del Sevilla, tiene el diez mil y pico", presume aún más orgulloso. Sus tres hijos viajan también a Turín.

Su compañía, la pequeña y familiar Privilege Style, está especializada en viajes de equipos. "Tenemos cuatro aviones, dos Boeing 757, de 216 y 212 plazas, un Boeing 767, el del Sevilla, para 247 personas, y un Embraer 145, pequeñino, de 50 plazas. Para la final van los tres grandes desde Sevilla, con el equipo y con aficionados. Uno vuelve a Sevilla para recoger más aficionados y el otro va a Lisboa para trasladar aficionados del Benfica". Su palmarés es superior al del Barcelona de Guardiola... "Los vuelos más importantes que he hecho son los de la Eurocopa 2008, hicimos todos los vuelos de Austria, cuartos, semis y final, y nos los trajimos campeones. Es lo más grande que he vivido, pero era la selección. Y no es lo mismo que el Sevilla, con el que he vivido las dos Copas de la UEFA, las Supercopas de Europa y de España, las dos Copas del Rey..., somos el transporte oficial".

Alejandro está en racha. Acaba de trasladar al Atlético a Londres para verlo ganar al Chelsea y al Valencia Básket a Kazán para verlo ganar la Eurocup. Ahora desea presenciar el triunfo del equipo de sus amores. "Entre un te quiero y te quiero, vamos a remontarte al cielo", dice la canción.