Si en Sevilla el blanco es el color de la Paz y el verde el de la Esperanza, el naranja es el de la Carrera Nocturna del Guadalquivir. “La Nocturna”, como han bautizado con cariño los mismos sevillanos que denominan “Setas” a los enormes parasoles de la Encarnación, vivió este viernes su trigésima quinta edición, nada menos, para volver a plasmar que se ha convertido en una cita troncal en el calendario deportivo de la ciudad cada año. No se puede calificar de otra forma a una carrera que citó a casi 20.000 corredores en la Glorieta de Buenos Aires para cubrir los 8,5 kilómetros que se extienden por la ronda histórica hasta llegar al punto de partida.

El intenso calor fue protagonista de esta XXXV edición, en la que se impuso, en categoría masculina, Sergio Mena por delante de David Palacio y de Mahmud Abnu Hamadi. En la categoría femenina la triunfadora fue Belén Infantes, seguida de Carmen Gutiérrez y Celia Romero.

A las 22:00 horas, el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, ha dado la salida de la prueba y miles de corredores han comenzado a recorrer las calles de la ciudad, la mayoría vestidos con la camiseta conmemorativa de esta edición que en esta ocasión cuenta con un paisaje del perfil urbano de Sevilla en color azul sobre el fondo naranja de la tela.

Para facilitar la salida de los corredores más rápidos, la organización ha estructurado la salida en tres cajones, reservando los dos primeros para los atletas con marcas acreditadas y el tercero, el más numeroso, para el resto de participantes.

La carrera, siempre festiva, también tiene su punto competitivo para quienes pelean por llegar a la meta antes que nadie. Son corredores que se entrenan con fuerza por los diferentes parques de la ciudad, que hacen series escalofriantes para el común de los mortales.

También había competición en otras categorías igualmente valoradas. En silla de ruedas, Joaquín García fue el primer clasificado, seguido de Marco Antonio Baena y José Vicente Aguilar. En handbikes venció Javier Reja por delante de Manuel Fernández y José Alberto Almenara en la categoría masculina, mientras que en la femenina se alzó con la victoria Susana Marín.

Pero la Nocturna no es una prueba ideada para la competición, por mucho que los mejores atletas siempre la disputen con ese deseo. Su espíritu rabiosamente amateur impregna cada calle por la que discurre el caudal naranja ácido, invita a los sevillanos a sumarse a la fiesta desde las aceras con sus aplausos y gritos de ánimo. Está tan imbricada en la rutina de Sevilla esta carrera, que los ciudadanos han aceptado y asimilado la molestia que supone cada último viernes de septiembre ese cordón que, como si de las antiguas murallas almohades se trataran, circunda por unas horas el casco histórico y restringe el tráfico. Cada vez son más tenues las voces críticas. Cada vez es más consciente el lugareño de que la mayúscula fiesta merece la pena.

Lo mejor es cuando pasan los 100 primeros, los que están más capacitados, y la vista comienza a nublarse con las camisetas naranjas en busca de algún amigo que esté disfrutando con ese momento de gloria que son los aplausos para todos los que se plantean cubrir los 8,5 kilómetros.

Esta edición vino marcada por el contratiempo que supuso el ataque informático que sufrió el Ayuntamiento de Sevilla, y que obligó a prorrogar los plazos de inscripción de los corredores hasta las seis de la tarde de este mismo viernes, sólo cuatro horas antes de que la marea naranja tomara las calles de la ciudad.Los participantes salieron desde la Glorieta de Buenos Aires en dirección norte, para enfilar primero el Paseo Colón y encender un ambiente festivo a un lado y otro del recorrido que ya no cesaría. El carácter expansivo del sevillano puso color, aún más calor y banda sonora.

Además, la prueba fue retransmitida en directo por streaming en el canal de Youtube del Ayuntamiento de Sevilla y por primera vez ha contado con imágenes aéreas de un dron que dio una perspectiva hasta ahora inédita de la salida por Paseo de las Delicias y de la llegada por la avenida de María Luisa.

La XXXV Carrera Nocturna del Guadalquivir, organizada por el Ayuntamiento de Sevilla, contó esta vez con el patrocinio principal de KH7, y con Coca Cola, Cruzcampo, El Corte Inglés, Teknoservice y Skoda Cartuja Motor como resto de patrocinadores.