El cuento de nunca acabar

Latavious Williams se ha ganado a pulso el papel de protagonista estelar del culebrón del verano para el Cajasol. Las demás gestiones fueron lentas, pero poco a poco salieron opciones, acertadas entienden en el club, para reforzar el perímetro, un base, un escolta y un alero. Quedan dos interiores por comprometerse formalmente, pese a que la dilatada cesión de Hernangómez se está demorando más de lo habitual en una operación de este calado.

Desde que en mayo se marchó Williams a casa, el deseo del club sevillano era retenerlo, pero a mediados de agosto, a dos días del comienzo de los reconocimientos médicos, el jugador no ha firmado y lo que ayer era más blanco que negro, hoy se ha tornado más oscuro, aunque tampoco hay que descartarlo por completo. Sus agentes piden más dinero para igualar una última oferta golosa que les ha llegado procedente de Turquía. Seguramente, el Cajasol no pueda igualarla al haber hecho ya el mayor esfuerzo económico posible para quedarse con el ala-pívot como principal referencia de la batería de interiores la próxima campaña. Queda la pelota en el tejado del propio jugador, quien tendrá que valorar si le compensa competir en Sevilla, ciudad, club, compañeros y cuerpo técnico que ya conoce, o prefiere marcharse a un lugar que no tiene controlado.

La sintonía en las últimas 48 horas indicaba que ayer o quizás hoy el estadounidense mandaría de vuelta el contrato firmado para completar el curso venidero nuevamente en San Pablo. Sin embargo, Misko Raznatovic, agente habituado a las duras negociaciones y a conseguir buenas soldadas a sus clientes, ha hecho saber al club hispalense que la propuesta otomana es más interesante para el jugador.

Con poco margen de movimiento ya, al Cajasol sólo le queda esperar algún día más por si Williams sopesara el dilema y prefiriera volver a Sevilla y no embarcarse en esta nueva aventura. En cualquier caso, Aíto no querrá que tarde mucho más en llegar el refuerzo, a tenor de que cuatro jugadores que conformarán el primer plantel están con sus respectivas selecciones y querrá trabajar desde pronto con los demás para que se vayan adaptando a la metodología que quiere implantar el madrileño.

En este sentido, la segunda opción de Juan Llaneza, director deportivo cajista, está prácticamente comprometida con otro. Según algunas webs, Nacho Martín estaba atado por el Gran Canaria, mientras que otras fuentes hablaban de flecos para pactar la incorporación del español al proyecto isleño.

Por tanto, si Williams eligiera marcharse a otro equipo y Nacho Martín también desoyera la propuesta sevillana, al Cajasol se le caerían las dos principales alternativas a liderar un juego interior muy novato. Otros candidatos al puesto son aún más caros que los dos mencionados. El equipo sevillano preguntó en su día por la situación de Spencer Nelson, quien se desvinculó precisamente del Gran Canaria y sigue sin encontrar acomodo. El versátil cuatro estadounidense tiene unas pretensiones demasiado altas para lo ofrecido por el Cajasol, igual que el canadiense Levon Kendall, libre desde su adiós al Obradoiro. Más económico saldría Mainoldi, aunque el Cajasol apurará lo que pueda por renovar a Williams.