Cuando los rectores del Betis y su dirección deportiva apostaron por ampliar el contrato de Pepe Mel lo hacían apostando por el estilo de juego ofensivo que había llevado al equipo de Segunda a Europa. Luego, la confección de la plantilla verdiblanca comenzó a alejarse del ideario del entrenador, quedando un equipo con más defectos que virtudes, y éstas no pasan precisamente por su repertorio en el ataque. Ayer, otra vez en Nervión, en el escenario menos indicado, las numerosas carencias de esta escuadra salieron a relucir, sin nadie que supiera taparlas.

Que el Betis sea el equipo que más goles encaja de cabeza no es casualidad y ayer sumó otros dos, once en el total del campeonato; que los de Mel aparezcan como el tercer conjunto menos realizador de la Liga tampoco es una cuestión circunstancial y ayer apenas dos disparos, uno lejano de Nono que se encontró con el poste y otro de Rubén Castro ya con 3-0 en el marcador, inquietaron a Beto, demostrando su absoluta falta de mordiente. 

Defensa 

La primera intención del equipo verdiblanco fue la de recuperar esa presión adelantada que le funcionó en otras ocasiones, pero en apenas dos minutos el plan se le vino abajo. Un simple toque de Reyes bastó para superar a mal colocada zaga verdiblanca, con un Juanfran concediendo nuevamente muchos metros a su espalda, con lo que de nuevo se encajó un gol nada más empezar.

El segundo punto débil llegó en las jugadas de estrategia. Cada saque de esquina o falta lanzada al área se convirtió en un suplicio para la defensa, pero también para un Sara que pareció ausente de la portería en los cuatro goles encajados. 

Ataque 

Ni el tanto encajado en el inicio cambió el plan del Betis, que trató de asumir el protagonismo con el balón. Vadillo al principio, Verdú y Nono posteriormente, quisieron dominar la pelota, aunque al equipo le volvió a costar un mundo generar una ocasión ante la falta de mordiente cuando se atisba el área rival.

Tras encajar el 3-0, y con un jugador menos desde antes del descanso, Mel recompuso a su equipo con la entrada de Matilla, con la intención de mantener la posesión del balón y evitar un escarnio mayor. Incluso Rubén Castro, que se encuentra muy lejos de su mejor estado físico, dispuso de una ocasión con un gran disparo que se fue junto al poste.

Virtudes 

La personalidad de sus dos únicos canteranos, Nono y Vadillo, que asumieron protagonismo pese a la dificultad del escenario; y la reaparición de Rubén Castro, al que en el Betis se agarran para revertir una dinámica que lo tiene como colista.

Talón de Aquiles 

Los groseros errores que costaron goles y la expulsión. Casi ningún jugador bético ganó un duelo individual, siempre superados por sus contrarios.

Uno por uno

Sara Impasible en los goles, como si no estuviera.

Juanfran Su espalda fue aprovechada por el contrario y, además, apenas subió.

Paulao Se metió en peleas absurdas y acabó expulsado antes del descanso.

Amaya Superado, como el resto de la zaga.

Dídac Sin ritmo, sin tensión, sin fútbol. 

Xavi Torres Le puso coraje en la resta. 

Nono Asumió el mando del juego cuando pudo. Otro gran disparo al poste.

Verdú Intentó aparecer, pero sus acciones jamás generaron peligro.

Steinhöfer Ni a balón parado.

Jorge Molina Muy solo arriba, sin nadie que le asista.

Vadillo Al menos pidió el balón, pero se fue diluyendo.

Jordi Incapaz de frenar la velocidad del rival.

Rubén Castro A medio gas generó más que otros. Se le fue un gran disparo rozando el poste.

Matilla Equilibró la media cuando el equipo ya estaba casi rendido.

Get Adobe Flash player