El Betis ha comenzado a moverse con más intensidad de cara a reforzar la plantilla con la próxima apertura del mercado invernal. A los técnicos, lógicamente, les gustaría realizar varias incorporaciones, aunque son conscientes de que Manuel Ruiz de Lopera no va a estar muy por la labor de hacer alguna, máxime después de que hayan sido seis los futbolistas firmados en verano y que la calidad de éstos haya sido unánimemente destacada.

Así las cosas, aunque a Chaparro le gustaría traer a un jugador por línea, éste ya ha dado instrucciones a Manuel Momparlet, el director deportivo, de que la prioridad es un defensa central, ya que un delantero centro, quizá la mayor carencia de la plantilla y máxime con las lesiones habidas, es una pieza difícil de hallar en diciembre y a un precio desorbitado si la encontrase.

Reforzar el centro de la zaga permitiría al técnico devolver a Arzu a su posición primigenia, como medio de cierre, y poderle dar a Mehmet Aurelio la libertad que éste reclama por mucho que se sacrifique en el campo y trate de guardar la posición dentro de sus posibilidades.

Aunque son varios los nombres de centrales barajados, en las últimas semanas, la secretaría técnica volvió a interesarse por la situación del rumano Dorin Goian, próximo a cumplir 28 años, que milita en las filas del Steaua de Bucarest y que es pretendido desde hace un año. Su equipo, en el que dimitió el técnico Marius Lacatus tras caer en la Champions por 3-5 ante el Lyon, podría liberarlo si es eliminado, pero su precio no bajará de los cuatro millones de euros.