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La fuerza de la idea ante el factor Reyes

  • Los eternos rivales llegan en su mejor momento de juego, el Betis superada una crisis y el Sevilla impulsado por el utrerano · Los béticos, febles atrás; los sevillistas, romos

Si nos remontamos al último derbi disputado, el del 7 de febrero de 2009 en Nervión, resulta fácil hallar una clave puntual para descifrar el porqué de la victoria del Betis, amén de que su fútbol brillase un punto por encima. Arribaba el equipo de Paco Chaparro algunos enteros por debajo del Sevilla de Manolo Jiménez y se llevó el gato al agua, aunque tres meses y pico después los verdiblancos se iban a Segunda y los sevillistas disfrutaban de la tercera plaza liguera.

Amén de la sorpresa, fue uno más de esos clásicos marcados por una jugada puntual. El Betis, que por juego había merecido ya algún gol, no fue capaz de hacerlo hasta el minuto 70, justo después de que el Sevilla se quedase con un hombre menos por la justa expulsión de Duscher con tarjeta amarilla.

Y es que son múltiples las causas que pueden llevar a decantar la balanza en un partido de fútbol. Algunas pueden ser controladas por los entrenadores, pero otras le son absolutamente ajenas, verbigracia, un error arbitral, circunstancia que en más ocasiones de las deseables ha favorecido e incluso propiciado la victoria de alguno de los eternos rivales hispalenses.

Más allá de esos momentos puntuales incontrolables, sí se pueden reseñar diversos aspectos de Betis y Sevilla en los que uno tiene cierta ventaja sobre otro. Circunstancias que, dependiendo de que pesen más o menos en el partido, pueden acercar los tres puntos a una u otra acera. Lógicamente, el quehacer de los contendientes debe estar encaminado precisamente a eso, a la pretensión de que sus virtudes resplandezcan y afloren los defectos del rival. En qué es mejor el Betis que el Sevilla, en qué partido se hallan más a gusto los de Marcelino que los de Mel, qué equipo asoma más caliente en los diversos termómetros futbolísticos, cuál de ellos está más capacitado para soportar una adversidad... Éstas y otras cuestiones similares son las que se intentarán desentrañar con este decálogo de claves.

1tipo de partido: abierto-académico

Resulta difícil antes del inicio predecir si el partido va a resultar encorsetado por los planteamientos de los entrenadores, por sus miedos, precauciones, tácticas... o, por contra, casi desde el pitido inicial o en algún momento éste se va a abrir y el fútbol va a fluir libre y con espacios. Lo que sí se puede convenir es que Marcelino, quizá, asome con intención de ir a un partido más académico y que su colega, Mel, trate de imbuirle su nervio aun a riesgo de ir a un intercambio de golpes que pudiera no beneficiarle.

El motivo es que si el partido se cierra es el Sevilla el que parece a priori gozar de más oportunidades para conquistarlo, por cuanto su solvencia defensiva es mayor. Cinco partidos con la puerta a cero a domicilio es un dato que habla por sí solo.

Empero, si el partido se abre, puede decirse que se iguala más. Quizá el Sevilla tenga más pegada que el Betis, aunque hoy pueda parecer adormecida, pero, por contra, los verdiblancos suelen sacar mejores frutos cuando las marcas se aflojan, mientras que a Marcelino le cuesta más que su equipo sepa obtener réditos en el desorden.

2momentos de juego y físico

Ambos equipos arriban al clásico sevillano quizá en su mejor momento de juego de la temporada. El Betis no pudo coronar tres victorias consecutivas con un resultado positivo en el Camp Nou, pero su fútbol brilló al gran nivel que ya exhibiese en los albores del campeonato.

El Sevilla también exhibió un juego inmaculado fuera de casa en su primera parte en Vallecas y, ya en Nervión, superó claramente al Valencia en la vuelta copera y, sobre todo, al Espanyol en su última cita. Por supuesto, más allá de los resultados cosechados.

Físicamente, se podrán extraer conclusiones más válidas tras el choque, pero sí puede decirse que el Betis da la impresión de ser algo más constante en los partidos, mientras que el Sevilla es más guadianesco e incluso flojea algo en los finales de partido.

3la coyuntura anímica

El derbi es, sin duda, el mejor partido para captar una dosis de moral que permita enderezar el futuro con más confianza y fe en las propias fuerzas. Pero que a él llega el Betis con el ánimo más encendido que el Sevilla es indiscutible. Los verdiblancos asoman tras salvar una dura crisis y han vuelto a creer en su fútbol y en los teoremas de su entrenador. Y la derrota ante el Barcelona, lejos de afectarle a la psique, ha servido para reforzar las creencias.

El ansia de derbi tras casi tres años, fruto de haber vivido en Segunda, también juega a su favor en este aspecto, así como su condición de local.

Por contra, el Sevilla anda contrariado porque su mejoría futbolística no le ofrece resultados. Su negación ante la portería adversaria lo frustra, al punto de que para los no avezados esconde este progreso en el juego del conjunto de Marcelino. No es que el derbi sea hoy una china en el zapato, pero sí puede decirse que de haber podido elegir el momento nadie en Nervión lo hubiese colocado en esta fecha por las dudas que se ciernen sobre la figura del técnico asturiano, al que Del Nido se ha apresurado en reforzar durante estos días.

4Consecuencias dEl primer gol

Hasta el partido frente al Valencia, el Betis no había remontado ningún partido y, sin embargo, al Barcelona le igualó un 2-0 en el Camp Nou. En el caso del Sevilla, no ha remontado nunca cuando comenzó perdiendo, salvo en la Copa ante el Valencia, aunque sí igualó ante el Racing. Así, a ambos les cuesta reaccionar ante marcadores adversos.

5Las jugadas de estrategia

Es la asignatura pendiente de ambos equipos. Beñat, de falta directa en San Mamés, y Rubén Castro, tras un córner ante el Mallorca, anotaron para el Betis. En el Sevilla, Manu del Moral aprovechó una falta sacada por Campaña ante el Racing y Fazio remató un saque de esquina frente al Getafe. Si Beñat lo bota casi todo en el Betis, con el acompañamiento de Salva Sevilla, en el rival Reyes comparte el protagonismo con Rakitic y Trochowski.

6la presión propia y ambiental

Aunque tanto Miguel Guillén como Pepe Mel hayan querido sacudirse la presión otorgando el favoritismo al Sevilla, la cercanía clasificatoria con el eterno rival, por la opción de igualarlo y hasta de superarlo, y las apreturas entre los candidatos a salvar la categoría están en la mente del futbolista bético. Una presión añadida es jugar en casa y tener conciencia de las colas protagonizadas por sus aficionados.

El Sevilla, igualmente, carga con el peso de su condición de presunto favorito por tener una plantilla más cualificada, por las palabras de Marcelino en verano al "no" considerar al Betis en condiciones de competir y por la propia coyuntura en que se encuentra hoy el asturiano, que sabe que se juega algo más que crédito en el envite.

7la presencia de la cantera

Por su manera de vivir estos partidos, la gente de la casa ha decidido derbis con frecuencia, sobre todo antaño, cuando su presencia era masiva y determinante. En el Betis podría haber hasta seis: Casto, Isidoro, Cañas, Beñat -presuntos titulares-, Sergio y Pozuelo, y en el Sevilla otros tantos: Javi Varas, Fazio, Jesús Navas, Reyes -en liza-, Luna y Campaña.

8el control de los nervios

El clima que se respira en estos partidos los hace muy proclives a expulsiones y en los dos bandos hay futbolistas que juegan más acelerados de la cuenta. Iriney comete demasiadas faltas y protesta a los árbitros en su afán de dirigir los partidos en Heliópolis, mientras que Isidoro, Jefferson Montero y Rubén Castro son posibles víctimas de una provocación. En el Sevilla, Spahic sería el gran candidato, aunque Fernando Navarro juega últimamente muy acelerado. Fazio y Reyes podrían ser los inocentes en el caso de los nervionenses y caer en alguna trampa si la hubiese.

9la iniciativa en el juego

Todo hace indicar que el Betis querrá mandar en el balón desde el principio y que el Sevilla no realizará un excesivo desgaste por impedirlo. El guión parece escrito y la clave en este sentido puede hallarse en dónde comience la presión del Sevilla. Si es capaz de ejercerla muy arriba sobre los centrales, puede ser decisiva, principalmente si obtiene frutos tempranos. El riesgo es que se desfonde y lo pague, acrecentando además la sensación de control y de dominio del Betis.

10la calidad de los futbolistas

Sin duda, en el fútbol de siempre, y más en el de hogaño, las individualidades son decisivas para desatascar y decidir partidos. Y, lejos del momento puntual, el Sevilla tiene más calidad en su plantilla y, por tanto, más futbolistas con capacidad de decidir el partido con una genialidad. A Beñat, Santa Cruz y Rubén Castro, los nervionenses pueden oponer a Rakitic, Jesús Navas, Manu, Negredo y Reyes, más y más cualificados. Y le faltan Kanoute y Perotti.

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