El derbi europeo

Entre el guiño y los halagos

  • Los presidentes de Sevilla y Betis unen sus manos bajo el fin de una cita histórica con beneficio mutuo.

Sonrisas, guiños y complicidad. El paquete entero. Todo ello reinó bajo el sol sevillano y a tiro de piedra de la Giralda. La figura de Miguel Guillén, presidente del Betis, enfrentada a la de José Castro, máximo mandatario del Sevilla. Un duelo previo. Dos destinos contrapuestos. Un objetivo común: que la ciudad reine bajo el imposible de que ambos sonrían en el desenlace.

Que las manos estén unidas en la antesala de un derbi no siempre fue una realidad existente. Con la vista puesta en un espectáculo sin igual a nivel europeo, Sevilla y Betis miraron al cielo con un mensaje consensuado en el que primó el esplendoroso acontecimiento sin importar quién lo gobernará.

El derbi dialéctico tenía un inmejorable escenario ante los principales monumentos de la ciudad. Separando a ambos contendientes, Rafael Rodríguez, consejero de Turismo y Comercio de Andalucía. Difícil disparar cuando los objetivos son comunes.

Guillén se sirvió agua en una copa que reflejaba su habitual tranquilidad. Miró al cielo y pareció despertar, quizás porque el sol iluminaba aún más la antesala del histórico duelo: "Es un orgullo estar aquí a los pies de la Giralda hablando de un derbi en la Liga Europa. Para el Betis es un orgullo siempre pasear su nombre por Europa. Lo hemos hecho en muchos países con el orgullo de representar a nuestra ciudad. Ahí dónde viaja el Betis, lo hace la ciudad y toda su gente. Este derbi hace historia, es la primera vez y es una ocasión única para las dos entidades de demostrar en este escaparate que una ciudad como Sevilla tiene una afición al fútbol especial. En esta ocasión, no sólo lo va a ver el resto de España, sino que servirá de escaparate para el resto de Europa y del mundo".

Guillén sabe que no sólo lo deportivo está en juego. Sus esperanzas también se centran en lograr una unión de manos que pueda convertir el espectáculo en perfecto: "Desde que hemos llegado, hemos tratado de establecer relaciones cordiales con el Sevilla; con este duelo se nos presenta quizás el fruto de todo ese trabajo para demostrar que la ciudad merece este derbi y que las aficiones estén a la altura".

Castro asentía. Recibía agua servida por Guillén y entregaba sus claves del derbi: "Esto es una satisfacción. Es una semana muy bonita para la ciudad, sobre todo para la ciudad futbolística. Pocas ciudades pueden tener dos equipos de esta importancia, es una satisfacción que en esta ocasión este derbi llegue de la mano de la Liga Europa. Es una competición que al Sevilla le dio muchas alegrías. Los béticos y los sevillistas tienen que demostrar al mundo que morimos por nuestra cultura. Somos rivales, pero no enemigos. Eso lo hemos demostrado en los últimos años. Esperamos que esta eliminatoria no sólo sea una fiesta, sino la demostración de que en esta ciudad se vive el fútbol con desenfreno y pasión, pero también con respeto al rival".

El sevillista se estrena como presidente en un derbi con la ilusión renovada y la certeza de que no será una cita para el olvido: "Es un orgullo afrontar el primer derbi como presidente. Hay más responsabilidad, sobre todo en esta cita, que es histórica. No hay favoritismos. En Liga estamos mejor, pero en los derbis no existe esa circunstancia. Partimos desde el 50% y todo se demuestra en el terreno de juego. Las espadas están en alto". Guillén acepta el reto y, bajo ciertos amagos de tristeza por la situación liguera, advierte de la igualdad existente en este tipo de choques: "No suele haber favoritos en estos partidos. Pero es evidente que al Sevilla le están yendo las cosas mejor en la Liga. Tenemos ahora más confianza y tenemos la obligación y el compromiso con nuestros aficionados de tratar de ganar cualquier partido que se nos presente. Será un duelo competido, no creo que las sensaciones de la Liga puedan determinar el resultado".

El sol sigue luciendo su mejor versión mientras los protagonistas entregan pinceladas de cordura al tiempo que los favoritismos ya se han entregado. Momento para mirarse al ombligo y analizar las consecuencias de un curso con altibajos. Guillén, sabedor de la valía de un hipotético triunfo en la eliminatoria, confía en que las últimas medias sonrisas puedan esbozarse con más fuerza a partir del miércoles: "Posiblemente sea el mejor momento de la temporada para jugar este partido. No hemos estado a la altura en la mayor parte de la Liga y esta mejoría nos está ayudando a recuperar la confianza y a jugar mejor. No es que sea un buen momento, sino que el equipo tiene más seguridad y juega como un bloque". 

Castro contraataca: "Los derbis son partidos distintos. Es difícil abstraerse al movimiento de la calle. Pero todos los jugadores están animados. Es una competición importante y nosotros queremos seguir. Algo bonito es que en los cuartos de final habrá un equipo sevillano". La cruz es que también habrá un derrotado.

Las miradas se cruzan. El saludo de la foto oficial quedará atrás cuando el balón comience a rodar. Lo saben ambos. Aunque quizás alguno siga centrando su atención en los fines de semana: "Lo importante es que nosotros hagamos nuestros deberes, que dependamos de nosotros mismos y no de los demás. Así podremos luchar por estar en el sitio que nos corresponde", asegura Guillén, que recibe el guiño de un presidente del Sevilla metido de lleno en la causa verdiblanca: "El Betis debe estar en Primera División. El fútbol es fútbol, ahora tiene una buena racha y ojalá que siga así, aunque yo no sepa si se salvará o no lo hará".

La lucha de presidentes fue una batalla de halagos que volaron de forma bidireccional. Hay un doble ganador de partida y, sobre todo, una ciudad victoriosa. "Debemos demostrar este escaparate al mundo, el de una rivalidad bien entendida entre dos aficiones hermanas. Vivimos el fútbol con pasión, pero con educación", advierte Castro.  "Es una maravillosa oportunidad para demostrar la grandeza centenaria de estos dos maravillosos clubes de fútbol", añade Guillén. Ambos sonríen. Es el comienzo.

El consejero y los dos embajadores de gran lujo

Muchas miradas siguen puestas en el asunto de la renovación de Ivan Rakitic, aún en el aire. El presidente del Sevilla no dudó en calmar los ánimos dejando claro que se trata de un tema casi resuelto por el club: "Hemos llegado a un entendimiento con el jugador. Esperamos que venga su representante pronto y no creemos que haya ningún problema". Tampoco quiso mojarse demasiado acerca de la posibilidad de que Unai Emery decida alinear a uno o dos delanteros ante el Betis en el encuentro de ida de este jueves: "Poner a uno o a dos delanteros es una decisión táctica de los técnicos. Ellos decidirán. No creo que la eliminatoria sea fácil ni que haya tantos goles como en los anteriores derbis. Pero es fútbol y puede ocurrir lo que sea".

Entrenar en Nervión por "absoluta normalidad", prioridad verdiblanca

Miguel Guillén fue claro al valorar la decisión de su equipo de entrenar en el campo del Sevilla en la previa del choque, una tradición en los encuentros de Liga Europa: "Queremos dar absoluta normalidad a este evento deportivo. Por decisión técnica también procederemos a entrenar en el Sánchez-Pizjuán. Es un momento único para los dos clubes de demostrar que aquí se juega un derbi de los más importantes del mundo. Estaremos a la altura de la competición. Queremos que haya absoluta normalidad en todo". Preguntado por la misma cuestión, José Castro dejó en manos de los técnicos esa posibilidad de cara a la vuelta: "Ellos lo decidirán. Si lo cree conveniente el entrenador, se hará de esta forma. Estamos a expensas de los técnicos".

Entre renovaciones cercanas y apuestas de juego táctico

Ante una vista de auténtico lujo, mandatarios de Sevilla y Betis estrecharon lazos en la búsqueda de un fin común y la consecución de un derbi que beneficie a Andalucía. La presencia de Rafael Rodríguez, consejero de Turismo y Comercio de Andalucía, dio un toque diferente a un choque que centrará la atención de toda Europa desde este jueves. No dudó en advertir de las claves que entran en escena: "Se trata de una gran repercusión mediática para Andalucía. Será la única ciudad europea que cuenta con dos equipos ahora mismo, y será la primera vez que se juegue un derbi en esta competición. Ambos equipos están ligados a Andalucía y difunden las marcas de nuestra comunidad. Es un orgullo para Andalucía tener como embajadores a dos equipos como el Betis y el Sevilla. Llevan el prestigio de Andalucía a muchas ciudades del continente". El consejero trató de unir la rivalidad bajo el mismo objetivo: "Está demostrada la sinergia que existe entre turismo y deporte de manera efectiva. Que gane el mejor. Es un orgullo para Andalucía poder ir de la mano de estos dos equipos". A su vez, Guillén destacó algunos aspectos referentes al bien económico que puede suponer para la ciudad y para Andalucía este duelo: "Mostrar una buena imagen supondrá incluso la aparición de puestos de trabajo". 

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