Mañana, con el improbable asalto al Santiago Bernabéu, el Sevilla concluirá un mes de octubre que, en líneas generales puede calificarse de positivo. Tras la derrota en Mestalla el pasado 22 de septiembre, el equipo de Unai Emery no ha vuelto a perder, ayudado por el calendario, eso sí. Desde aquel aciago día en Valencia, el Sevilla ha sumado 11 de los 15 puntos posibles en la Liga, gracias a sus triunfos en el Sánchez-Pizjuán ante Rayo Vallecano, Almería y Osasuna y a sus empates en San Sebastián y Valladolid. Y, con el triunfo ante el Friburgo y un nuevo empate a domicilio con el Slovan Liberec, ha amarrado el liderato en el grupo H de la Liga Europa.

El Sevilla continúa sin ganar a domicilio pese a que en Valladolid tuvo una oportunidad inmejorable. Pero, pese a este lastre como visitante, Emery ha logrado varias cosas positivas en este periodo que va del 25 de septiembre (victoria sobre el Rayo) al 27 de octubre (triunfo sobre Osasuna).

El propio técnico apela a la confianza que ha cogido el equipo. No perder da seguridad y el Sevilla se muestra más sólido que en septiembre, aunque en este periodo sólo ante el Friburgo dejó la portería a cero. Esto sigue siendo motivo de preocupación para el guipuzcoano, como reconoció al analizar en su blog personal el partido ante Osasuna. "Hemos sumado tres puntos muy importantes que nos permiten dar un paso adelante en cuanto a clasificación y confianza en nuestro trabajo, pero no es suficiente". "Con el resultado a favor -argumenta Emery- no fuimos capaces de sentenciar con más goles y hemos encajado un gol. Debemos seguir siendo exigentes para corregir estos aspectos".

Emery tocó fondo en Mestalla, hasta el punto de que ni siquiera realizó en su blog el habitual análisis postpartido. El planteamiento de aquel encuentro, con un solo medio defensivo (M'Bia junto a Rakitic), y los cambios (primero Cristóforo por Gameiro tras el empate de éste y luego Bacca por M'Bia cuando marcó el Valencia) encendieron las críticas. Sin embargo, desde entonces, Emery ha evolucionado en sus decisiones tácticas. A domicilio ha usado siempre desde aquel día a dos medios defensivos e incluso improvisó otro dibujo en su mejor partido fuera, en Valladolid, con un exitoso 3-4-3 que a punto estuvo de dar sus frutos si no hubieran mediado el despiste del equipo y la falta de reflejos del entrenador para refrescar y cerrar el partido: no agotó los cambios e hizo el primero en el minuto 78.

En Liberec volvió al 4-2-3-1 y corrigió la fea dinámica del encuentro con unos oportunos cambios. Y ante Osasuna optó por un 4-4-2 ubicando juntos a Gameiro y Bacca, con Vitolo y Jairo como interiores y Rakitic con M'Bia en la medular. En tres partidos casi seguidos, tres dibujos tácticos diferentes y con un buen número de jugadores rotando gracias a la incorporación de lesionados, otro aspecto positivo de este mes de octubre. La prueba de ello es que sólo Pareja y Gameiro repitieron como titulares en los dos últimos encuentros. Con todo, queda mucho que andar, y en el debe del Sevilla está esa ansiedad por marcar y atropellar el fútbol que evidenció ante Osasuna, como reconoció el propio Emery: "Ha faltado algo de tranquilidad y de claridad a partir de tres cuartos de campo. Hemos fallado en el último pase y en las paredes". Pero el equipo va al alza... O eso parece antes de visitar el Santiago Bernabéu.