Eurocopa de leyenda (5)

1968: El inicio de los años de penuria

  • Lógico desenlace. El tope de la renovadísima selección de Balmanya estuvo en los cuartos, donde cayó ante la Inglaterra campeona del mundo.

A la mayoría de los aficionados españoles les resultaría sorprendente constatar que la selección doble campeona de Europa y que lo fue del Mundo en 2010 pasó 12 años sin acudir a una gran cita, ya sea mundial o europea. Pero así fue. Justo tras pasar de un modo bastante discreto por el Mundial de Inglaterra en el 66, España entró en una fase de penuria de la que no salió hasta que el gol de Rubén Cano la metió en el Mundial 78. En medio, tres Eurocopas en las que no se alcanzó la fase final, que por entonces sólo disputaban cuatro equipos, por lo que la criba era mucho mayor, y en las que hubo muchas sombras y pocas, poquísimas, luces.

La primera, la de Italia 68. Como era tradición, y en cierto modo dictaba la lógica, el flojo papel mundialista dio paso a una profunda renovación en la selección. Villalonga dejó de ser seleccionador y, como ocurrió en su día con el sevillano, la Federación buscó su sustituto en el Atlético de Madrid, último campeón de Liga con Domingo Balmanya en el banquillo. A España le había correspondido un grupo asequible con Checoslovaquia, Irlanda y Turquía, todas ausentes en Inglaterra 66, en un torneo en el que ya estaban todos los países del continente, con la única excepción de Islandia, y cuyo sorteo deparó un curioso grupo VIII con los miembros del Reino Unido: Inglaterra, Escocia, País de Gales e Irlanda del Norte.

Dieciocho de los 22 futbolistas que Villalonga llevó a Birmingham y Sheffield no estaban ya en la primera convocatoria de Balmanya -se mantenían Iríbar, Sanchís, Reija y Glaría- y varios de ellos no volvieron a jugar con España. Fue el caso de Rivilla, Olivella, Lapetra y los italianos Del Sol y Peiró. También, casi, el de Luis Suárez, aunque el gallego tuvo la ocasión de despedirse muchos años después en un amistoso Grecia-España disputado en 1972.

Jugadores como Iríbar, Gallego, Reija, Pirri y Amancio conformaron la base del equipo, retornaron veteranos como Luis Aragonés o Paquito y aparecieron futbolistas como José María, Grosso, Marcial, Velázquez, Tonono, Gárate o Claramunt, algunos de los cuales harían larga carrera como internacionales. Incluso debutó el paraguayo del Valencia Jara, el primer oriundo -sudamericanos con procedencia española, o al menos eso decían- de los varios que hasta finales de los 70 llegarían a la selección. Una novedad fue que Balmanya se fijó en equipos como el Español, Las Palmas, que vivía sus mejores años, e incluso el Elche, con poca o ninguna tradición a la hora de aportar internacionales.

España solventó la clasificación con no pocas dificultades -no ganó ninguno de los tres partidos como visitante- y una gran dosis de suerte, ya que los checoslovacos perdieron el último encuentro en casa con Irlanda cuando el empate les hubiera bastado. De esos años data el último partido jugado por la selección en Bilbao -el 2-0 a Turquía el 31 de mayo del 67-. Luego, en cuartos, en el camino de la selección se cruzó la vigente campeona del mundo, una Inglaterra que mantenía casi intacto el bloque del 66, y aquello se convirtió en un obstáculo insuperable. España, como dictaba la lógica, se quedaba sin opciones de intentar revalidar el título.

El ánimo de la grada no bastó ante los 'pross'

España buscaba la remontada tras perder por 1-0 en Wembley, pero el sueño apenas duró ocho minutos, los que transcurrieron entre el tanto inicial de Amancio y el empate de Peters, en un córner, que ponía las cosas muy difíciles. El apoyo de un Bernabéu que entonaba el La,la,la con el que Massiel había triunfado sobre el británico Clift Richards el 6 de abril en el mismo Londres en Eurovisión -por aquellos años, un verdadero suceso- no fue suficiente para el equipo de Balmanya ante una selección pross con seis titulares que repetían de la final del Mundial. 

El personaje: Poli, debut y despedida marcando a Bobby Charlton

En el choque de Wembley ante la Inglaterra campeona del mundo, y a pesar de la tremenda exigencia del partido, Domingo Balmanya hizo debutar a tres futbolistas -Sáez, Claramunt y Poli- entre los que se encontraba uno que nunca más volvería a vestir la camiseta española. Manuel Polinario Muñoz, Poli (Puente Genil, Córdoba, 1943) salió en aquel encuentro con la misión principal de perseguir por todo el campo al astro Bobby Charlton, y el hombre, un jugador de los llamados de equipo que tuvo buenos años en el Valencia, con el que ganó una Liga y una Copa, y el Español, entonces con ñ, cumplió como buenamente pudo. Sin embargo, la fatalidad hizo que, casi al final, fuera el propio Charlton el que, de falta indirecta, eso sí, le diera el triunfo a los ingleses. Poli, el primer cordobés en ser internacional absoluto, también fue convocado para la vuelta en Madrid, y luego desapareció para siempre de las convocatorias. Pero nadie puede quitarle aquel momento de gloria en uno de los templos del fútbol.

Los Jugadores

37 partidos: Gallego (Barcelona). 36 partidos: Iríbar (Athletic de Bilbao), Pirri (Real Madrid) y Reija (Zaragoza). 35 partidos: José María (Español), y Amancio, Grosso y Sanchís (Real Madrid). 34 partidos: Paquito (Valencia). 33 partidos: Luis (Atlético de Madrid), Ansola (Valencia) y Violeta (Zaragoza). 32 partidos: Sáez (Athletic de Bilbao), Adelardo y Glaría (Atlético de Madrid), Sadurní (Barcelona), Canós (Elche), Marcial (Español), Tonono (Las Palmas), y Gento, Velázquez y Zoco (Real Madrid). 31 partido: Gárate y Ufarte (Atlético de Madrid), Rifé (Barcelona), Vavá (Elche), Osorio (Español), Claramunt, Jara y Poli (Valencia), y Marcelino y Santamaría (Zaragoza).

Ficha del partido

España: Sadurní; Sáez, Gallego, Canós; Pirri, Zoco; Rifé, Amancio, Grosso, Velázquez y Gento.

Inglaterra: Bonetti; Newton, Labone, Wilson; Mullery, Bobby Moore; Ball, Hunt, Bobby Charlton, Hunter y Peters

Árbitro: Josef Krnavek (checoslovaco).

Goles: 1-0 (47') Amancio. 1-1 (55') Peters. 1-2 (82') Hunter.

Incidencias: Partido de vuelta de los cuartos de final de la III Eurocopa disputado el 8 de mayo de 1968 en el estadio Santiago Bernabéu ante 115.000 espectadores.

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