De manera pública se niegan movimientos inminentes, pero se admiten bajo cuerda gestiones para hacer cambios -y no uno ni dos- en la plantilla en el mercado de invierno. El Sevilla va a incorporporar a algunos jugadores y otros van a salir, y estas salidas y entradas, que se harán efectivas a partir del 1 de enero, se están cociendo en estos días.

Todas las miradas están centradas en el centro de la defensa, donde las bajas por lesión han dejado al equipo sevillista muy mermado de efectivos, pero Unai Emery también está presionando al club para que un jugador de banda derecha pueda llegar en breve. Pese a que para ese puesto la primera petición del técnico guipuzcoano fue el chileno Mauricio Isla, cuya operación abortó la Juventus con sus altas pretensiones económicas, la incorporación de Mariano no impide que pueda llegar otro futbolista más para el costado en el que tanta huella dejó Aleix Vidal. El peruano Carrillo, con quien el Sevilla ha alcanzado un acuerdo, está en la misma situación que el pasado verano Isla, con la diferencia de que su club, el Sporting Clube, debe poner más facilidades que la Juventus. Carrillo está apartado del equipo por negarse a renovar y puede forzar que su venta se produzca a la baja. Es verdad que los técnicos que lo han visto hablan de cierta irregularidad y falta de continuidad en el juego, pero también de una capacidad de desborde importante, al margen de los ejemplos de jugadores que en el Sevilla han demostrado más de lo que han podido hacer en sus equipos anteriores.

El Sevilla, desde luego, no da por cerrado su fichaje, ya que está negociando la fórmula para una incorporación que no sería la única en el mercado invernal y que podría precipitar la salida de Kakuta y su vuelta al Rayo Vallecano, incluso con opciones del Granada.

La posición de central, sobre todo tras la última baja de Andreolli, es otra de las que están marcando en rojo el mercado. Una de las opciones que más gustan y que se saltaría el proceso de adaptación al conocer al entrenador y su método es Federico Fazio, pero, aunque estaría dispuesto a volver, no es una operación fácil. El Tottenham Hotspur, que pagó 10 millones de euros por su cláusula de rescisión, no está dispuesto a ponerle un puente de plata a su regreso al Sánchez-Pizjuán si no es recuperando una parte importante de lo invertido por el argentino. El Sevilla, en palabras de su presidente, ha reconocido contactos con todas las partes para tratar una operación que no es fácil y que garantiza al técnico de Fuenterrabía jerarquía y conocimiento de la plantilla y la competición. Por otra parte, la prensa catalana hablaba ayer de una petición del Sevilla de la cesión de Bartra.

Tampoco se descartan movimientos en la delantera, al margen de que la posición de medio centro es otra de las que están cojas en la plantilla. La opción de Mario Suárez, sin jugar en la Fiorentina, sigue estando presente. Arriba es una incógnita el futuro de dos jugadores como Immobile y Juan Muñoz, aunque el caso del utrerano, evidentemente, preocupa menos porque no ocupa ficha y porque no es tan gravoso en el balance económico como el italiano. Con Juan Muñoz, además, sospecha el Sevilla que tiene un acuerdo con algún club para haberse negado a renovar y en el caso de Immobile es una empresa bastante difícil colocarlo a estas alturas, pero Emery, después de darle las oportunidades que creyó oportuno, desea que no siga en una plantilla en la que están por delante Gameiro y Llorente.