El marco ideal para el estreno de Sirigu

Su experiencia internacional, su implicación y el contexto invitan a su debut como sevillista en Turín.

Sirigu sigue con su mirada el balón de la Champions, con el que se ejercitó ayer el Sevilla.
Sirigu sigue con su mirada el balón de la Champions, con el que se ejercitó ayer el Sevilla.
Eduardo Florido, Sevilla

13 de septiembre 2016 - 05:02

Se presenta el escenario idóneo para que Salvatore Sirigu defienda por primera vez la portería del Sevilla. Si el Sevilla hizo el esfuerzo de fichar, aunque sea cedido, a un jugador de su talla fue para partidos como el de mañana. Y son más de uno los factores que invitan a pensar que Sergio Rico le dará el testigo a su compañero de posición en el Juventus Stadium. Jorge Sampaoli se refirió a la competitividad en la portería en la previa del partido ante Las Palmas y lo hizo con el recurrente "jugará el que mejor esté". Pero hay más condicionantes al margen del rendimiento deportivo, que, a tenor de cómo está funcionando el canterano, no justificaría cambio alguno. El contexto del partido y de la contratación del italiano, con una alta ficha, sí invitan en cambio a que la rotación en la portería empiece mañana en Turín.

El Sevilla no dejó fuera de la lista de la Champions a David Soria para que Sirigu sea suplente... Y Sirigu eligió el Sevilla como destino, tras quedarse sin sitio en el PSG, precisamente para tener protagonismo y presencia en citas como la que enfrentará al equipo de Sampaoli con el campeón italiano. Precisamente en la Juventus es un dios el referente del meta sardo, subalterno en la selección del capitán de la azzurra. Así lo reconoció en su presentación cuando fue preguntado por su modelo de portero: "Buffon, es el portero de referencia para todos los italianos". La pregunta era retórica, casi se respondía sola.

Sirigu parte con la ventaja de conocer a Buffon y a varios compañeros de la selección: Barzagli, Bonucci, Chiellini, Sturaro... No tanto el escenario del partido, un Juventus Stadium en el que no llegó a jugar con el Palermo, pues el club siciliano lo traspasó al PSG justo antes de la inauguración del recinto donde el Sevilla ganó la Liga Europa 2014 al Benfica. Con la selección sí ha estado Sirigu en el estadio que acoge desde septiembre de 2011 los partidos del equipo más laureado de Italia, aunque ahí Sergio Rico incluso lo supera. El canterano disfrutó del triunfo de aquella final de 2014, como integrante de la plantilla, y jugó el año pasado el partido de la fase de grupos que perdió el Sevilla de Emery por 2-0.

Pero, más allá de circunstancias más o menos subjetivas, como el acomodo del portero italiano a un partido que se juega en su país, hay otros factores objetivos que también invitan a pensar en el debut de Sirigu. Principalísimo es su experiencia en partidos de este alto nivel competitivo. Con el PSG, el guardameta de Cerdeña ha jugado nada menos que 30 partidos: todos los de las temporadas 12-13, 13-14 y 14-15. El curso pasado fue suplente de Trapp en los diez partidos que jugó el equipo parisino, que una vez más se quedó en el tope de cuartos de final.

Otro hecho objetivo es la gran implicación y la competitividad que está demostrando Sirigu desde su llegada. El portero está respondiendo positivamente a la apuesta del Sevilla y a los buenos informes que el club recabó de él, incluso del propio Unai Emery, con el que estuvo entrenándose antes de ser cedido, precisamente para buscar el protagonismo perdido por la apuesta del PSG en Trapp y Areola.

Con todo, Sampaoli debe meditar bien la decisión. Sergio Rico, salvo en la noche aciaga que sufrió toda la defensa ante el Espanyol, al encajar cuatro goles, ha rendido a un alto nivel tanto en El Madrigal como ante Las Palmas. Con el Villarreal salvó al Sevilla en tres o cuatro intervenciones magníficas e hizo lo propio en las escasas llegadas de los canarios, en particular con aquella parada salvadora a Araujo, con los pies, que hubiese significado el 0-2.

Para el sevillano el partido también será muy especial. Enfrentarse a la Juventus significa para él revivir su partidazo en Nervión el curso pasado, cuando tuvo un hermoso duelo de paradas con Buffon, hasta el punto de que el mítico meta lo felicitó. Aquella noche es un jalón en su consagración, pues fue clave en aquel partido que, a la postre, posibilitó al Sevilla ganar la final de Basilea al Liverpool. Pero... si no juega Sirigu mañana, ¿cuándo va a jugar?

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