Sin nadie que rompa las líneas es muy difícil

En el fútbol sin jugadores capaces de romper las líneas todo se hace muy difícil. Se deja la cuestión para los centros al área y algún remate de cabeza, como el Sevilla acabó llegando en la segunda mitad, pero eso es un recurso muy pobre para un equipo que aspira a las cosas a las que mira el de Jiménez, a quien esta vez el recurso de renunciar a la banda no le sirvió más que para tirar 45 minutos a la basura. Cosas del fútbol, unas veces sale y otras no. Depende de los jugadores que estén en el campo, tanto en el equipo propio como en el contrario. En el propio había mucha plastilina en las botas y en el Getafe un organigrama que funcionaba a la perfección y al que sólo le bastó con mantener el sitio (Polanski) y ahogar a Kanoute (el Cata Díaz).

Defensa

Inédito estaba el Getafe, hasta que el Sevilla se fue descubriendo en la segunda mitad. La teoría de la manta cogió a la zaga desnuda en la banda de Adriano y los errores se sucedieron en cadena. Antes, el sistema defensivo había funcionado sin estridencias. Maresca, pese a no ser el hombre más idóneo para el cierre, no se destapó en exceso.

Ataque

El ritmo de transición no fue el adecuado desde el primer minuto del primer tiempo, cuando se juntaron en el centro del campo tres hombres de ejecución aparentemente lenta que rara vez encontraron su espacio. Romaric impedía la salida por la izquierda de un extremo y el Getafe, liderado por Polanski –siempre en el sitio–, cerraba a base de pegar mucho las marcas. Kanoute no recibía cómodo y tampoco es que se matara por bajar a pedirla y así, sólo el pase al pie cambiado de los centrales lograba abrir las líneas del rival. Otra medida fue regar el campo en el descanso para potenciar una salida más rápida del balón. Claro, que hacía falta meter salsa al equipo y eso estaba llamado a ocurrir con la entrada de Perotti, pero poco cambió la cosa. Romaric empezó a pedirla en su zona de verdad y Capel ayudó con centros a banda cambiada. Se acabaron creando ocasiones casi a trancas y barrancas, pero el acierto es algo que también cuenta y esta vez no lo hubo. Qué se la va a hacer.

Virtudes

Se buscaron las habichuelas para dar con las ocasiones, que las hubo.

Talón de aquiles

El ritmo y alternativas a Kanoute.

Uno por uno

Palop Quizá no tapó del todo bien una entrada tan escorada.

Adriano Le va cogiendo el aire al puesto. Tuvo en Gavilán una prueba para sus aptitudes defensivas y salió airoso, pero se confió y dejó su zona libre en el gol.

Squillaci Estaba siendo de los mejores. Se cruzaba, contagiaba su jerarquía, hasta ese error...

Dragutinovic Empezó con alguna duda en una carrera con Manu y hasta se rehízo, pero...

Fernando Navarro Esta vez no aprovechó el pasillo ni tuvo tanto protagonismo en ataque, como ocurriera en Huelva.

Jesús Navas Lo intentó, pero recibió pocas ayudas.

Maresca La sorpresa. Su juego no es el de ancla, por su físico, pero no le apretaron. Sí rompió un par de veces y, ahí sí, recordó fugazmente a aquel jugador...

Renato Poco dinámico en las transiciones. No rompió nunca.

Romaric Hasta que no salió Perotti y lo liberó de ese falso puesto no se apropió del balón. No encontró a Kanoute, aunque luego algo sí a las bandas.

Kanoute Desconocido. Ya en Huelva bajó mucho, pero ayer, tapado, no buscó ni un balón.

Luis Fabiano Tuvo varios cabezazos en los que no acertó.

Perotti Se diluyó pronto.

Capel Metió varios centros.

Kone No puede todavía.