El padre de Simoncelli excusa a los sanitarios
Copa de África
El progenitor dice que su hijo murió al instante y que todo sería igual actuando de otra forma
El padre de Marco Simoncelli, el piloto de MotoGP fallecido durante la carrera del Gran Premio de Malasia, dijo a su llegada a la localidad de Coriano que su hijo "ya estaba muerto" cuando llegó la ayuda sanitaria. Paolo Simoncelli aseguró que él estaba "a diez metros" del lugar del accidente "y nada hubiese cambiado".
Con estas palabras quiso exonerar de toda responsabilidad en la muerte de su hijo a los sanitarios que le atendieron en la pista de Sepang, muy criticados en las últimas horas ya que uno de ellos resbaló cuando transportaba al piloto en camilla haciendo caer el cuerpo del piloto, además de no inmovilizarlo bien antes de moverlo. "Cuando se levantaron (los sanitarios) tomé la mano de Marco, quise despedirme, pero ya había muerto. No había nada que hacer. Esas personas hicieron lo que tenían que hacer. Otra cosa es que Marco se hubiese soltado de la moto, pero no lo hizo porque era un guerrero", comentó Paolo Simoncelli, que quiso agradecer a todas las personas que no han dejado sola a la familia en estos "dos días pasados entre hospitales, autopsias y coches fúnebres".
La capilla ardiente del joven piloto, de 24 años, se instalará hoy en el Teatro Municipal de Coriano, en la provincia de Rimini, en la costa adriática. El funeral, al que se espera la asistencia de 60.000 personas, se celebrará el jueves con la presencia, entre otros, de Jorge Lorenzo y Valentino Rossi, que era muy amigo de Simoncelli, así como el ex campeón mundial de esquí Alberto Tomba.
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