De principal a secundario

El refranero español es rico y dice que es de sabios rectificar, a la vez que se insiste en la necesidad de no tropezar dos veces con la misma piedra. En este sentido, Pepe Mel parece haber aprendido de, a su juicio, uno de los principales fallos que cometió en su primera etapa al frente del equipo verdiblanco: no participar en los fichajes. Y esta vez no quiere que se repita.

"Quiero que las cosas sean de consenso. No vengo a mandar ni a echar a nadie, vengo a sumar. Ése fue mi mayor error en el Betis en el último año, no quiero que se cometa otra vez, no participé en nada de eso y no fue nada bueno. Fue una lección que aprendí. No creo que sea bueno eso ni que un entrenador imponga sus criterios", aseguró el madrileño durante su puesta de largo el pasado lunes.

Sea como sea, y pese a intentar llegar a un acuerdo entre todas las partes con lo relacionado con la confección de la plantilla, sí parece que ha habido un claro perdedor en todo esta batalla, Alexis Trujillo, secretario técnico de la entidad, que con el regreso de Mel toma un papel secundario.

El canario nunca ha escondido sus ganas de que Serra Ferrer regresara al club bético. Primero en la parcela deportiva -todavía resuenan esas palabras de Alfonso en las que indicaba que el de Sa Pobla trabajaba ya para el Betis en la sombra, algo que no hacía sino difundir un secreto a voces-, puerta que se cerró por sus problemas con las acciones y el Mallorca; y que se abrió de nuevo con la búsqueda de un entrenador para el banquillo heliopolitano tras la salida de Velázquez.

Pero la negociación de Juan Carlos Ollero y Francisco Estepa sin contar con el balear, primero con Fernando Vázquez y después con Pepe Mel, dejan al canario en una posición delicada. De hecho, no se lo vio por la presentación del técnico madrileño el pasado lunes, cuando la lógica impone que, al menos, debía hacer acto de presencia.

Conjeturas aparte, lo que sí está claro es que la labor desarrollada por Alexis en el mercado veraniego denota más sombras que luces, una baza que tampoco juega a su favor para que el nuevo encargado del banquillo confíe toda su suerte en él y su trabajo.

Parecido es el caso que se vive con Chuti Molina, otra de las cabezas visibles de la secretaría técnica y cuyo apoyo a Julio Velázquez en las últimas horas del técnico vallisoletano al frente del Betis lo dejó bastante tocado. De hecho hay quien asegura que las diferencias entre él y Alexis son prácticamente insalvables.

Con este turbulento escenario, Mel ha colocado a Roberto Ríos, hombre de confianza, como nexo de unión entre la parcela deportiva y la secretaría técnica. "Va a ser una persona importante en el contacto con la secretaría técnica, pero también yo voy a ser importante", aseguró el técnico verdiblanco durante su presentación.

Así las cosas, el Betis del madrileño ya ha arrancado. "Ahora tenemos una papeleta difícil en el mercado de invierno porque a mí no me gusta nada este mercado. Suelen ser futbolistas que no juegan y que luego tienen que aclimatarse", confesó Mel en la Cadena Ser, mientras que certificó que los que lleguen al Betis en estas fechas serán jugadores nacionales: "Quiero que lo refuerzos sean españoles para que la aclimatación sea más rápida".

El madrileño ya ha señalado en su cuaderno dos de las posiciones a reforzar: central y mediocampista ofensivo. Dos demarcaciones que el Betis ya intentó reforzar hasta los últimos días en el mercado de verano pero que no consiguió firmar, y que pese a la mejora de los últimos partidos, demuestran la deficiente planificación realizada.

Para estos movimientos, sin contar con las posibles salidas, existe un remanente de en torno a un millón de euros. Si sobra dinero, el club acometería también la contratación de un tercer refuerzo, un lateral izquierdo.