Tomó la palabra José Antonio Bosch, el administrador judicial. El que, dicen, manda en el Betis, al representar el 51,34% de las acciones, y no sólo en la junta general. En el consejo, hoy, sólo es consejero. Pero no uno más. Ayer lo demostró. A medias porque Miguel Guillén goza de más presencia mediática últimamente, a medias porque su mensaje va a misa, el madrileño concentró las preguntas de la prensa tras la presentación de una nueva iniciativa médica del club.

Habló de los fichajes, de la situación del club, de asuntos accionariales y contractuales... De todo. Sobre los posibles refuerzos en el mercado de invierno, explicó que el club dispone de dinero para acometerlos, pero los desligó del que ingresó por el traspaso de Emana. "El dinero no se guarda en sobres y el de Emana, como todos, lo metemos en cuentas comunes. Hemos fichado este año, pero el Betis tiene restos que no se han agotado. Ocurre que nuestro entrenador y la secretaría técnica han dicho que no les gusta, que es un mercado el de invierno para lesiones, pero si el criterio de los técnicos cambia y piden un fichaje, se intentará atender la solicitud y el Betis tendría los recursos económicos para acometerlo", aclara Bosch, sin entrar en cuánto dinero hay en caja: "Me parece una grosería hablar de dinero. El gol está a 500.000 euros; un delantero que mete diez goles vale cinco millones. Pero la respuesta no es matemática e influye más el equipo, y este equipo cuenta con 27 jugadores".

Tras el sorprendente comentario sobre la relación gol-precio, Bosch hizo un balance deportivo de lo que va de temporada. "Hago las reflexiones del principio de la temporada: el objetivo es la permanencia. Ni cuando se nos presentaba como el equipo revelación yo pegaba saltos de alegría, ni cuando se nos presentó como un fracaso me he deprimido. Yo hago una cuenta, que es ver si el Betis está en condiciones de cumplir el objetivo: estar en Primera este año y dos más, que es lo que necesita en el aspecto económico. ¿Tenemos un equipo para la permanencia? Y los técnicos me dicen que sí, porque hay equipos peores que el nuestro y, también, porque el equipo no está muerto y tiene ganas de ganar. Tenemos un equipo que se mueve en la mitad de la tabla y parece que se va a mover ahí con cierta holgura. Si hubiéramos ido alternando ganar, empatar y perder, estaríamos en la misma posición y no hubieran surgido las alarmas. Pero quizá el buen comienzo varió la percepción sobre el nivel del equipo", explicó Bosch.

Como representante del paquete mayoritario de acciones, también dio su opinión sobre los movimientos surgidos desde hace meses alrededor de algunos accionistas importantes. "La reflexión más interesante que hago es que el Betis sigue siendo un valor en alza y que hay interés en la compraventa de acciones y que ésas no se cierran porque el vendedor pide más dinero. Y también es curioso que existan distintos compradores pujando. Esa demanda me da alegría, porque indica que es un valor de futuro. Pero que paquetes de un 2% cambien de manos no va a influir en el futuro inmediato del club", dijo.

Igualmente, habló del litigio con Sogecable. "Lo que se discute es que si 10 millones que pagó Sogecable a la firma del contrato son un adelanto a cuenta de esta temporada o si formaban parte del precio, como defiende el Betis. Sogecable ha escogido la acción menos lesiva para el Betis, es decir, no restar los 10 millones directamente en tres meses y hacerlo durante los tres años que restan de contrato, a razón de 333.333 euros por mensualidad. Aun así, el Betis ha presentado una demanda a través de la administración concursal porque estima que esos 10 millones son suyos", defendió con entereza.