A más en solidez
Los de Emery han recibido sólo un gol en los últimos 7 partidos. Sergio Rico fue espectador en la mayoría y la baja de Krychowiak inquieta menos.
Ningún entrenador llega con una varita mágica. En el caso del Sevilla 15-16 el técnico ya estaba y fue otra vez un rosario de jugadores los que salieron y entraron. Por eso, el paso de las semanas y los meses es el que mide el crecimiento.
El derbi pasó, el Sevilla sigue sin ganar fuera de casa, pero cada jornada la estructura de equipo se ve más fuerte desde fuera si los análisis se hacen en frío. En el Benito Villamarín Sergio Rico volvió a ser un espectador, lo que da una medida del buen funcionamiento de un sistema defensivo que es verdad que va a tener ahora una prueba sin Krychowiak, que vio la quinta amarilla del primer ciclo contra el Betis. En la estructura defensiva el polaco es un jugador muy importante, pero puestos a analizar y sabiendo que llevaba varias semanas apercibido, para el Sevilla es mejor que Emery tenga que rehacer el centro del campo en un partido en el Sánchez-Pizjuán ante un rival como el Espanyol que a domicilio.
El de Fuenterrabía, al que se le ha escuchado durante meses hablar de la necesidad de seguir creciendo, ha logrado cerrar el círculo en defensa. El Sevilla en los últimos siete partidos ha recibido sólo un gol, que además no fue en ni en ataque organizado ni en transición, sino a balón parado, el de Lucas Pérez en Riazor.
Pero lo que es mejor es que Sergio Rico interviene muy poco. Si el Betis no disparó a puerta ante su afición pese a dominar en algunas fases del partido los terrenos de tres cuartos de campo, lo mismo puede decirse en las visitas a Nervión de Valencia y Sporting. El guardameta sevillista blocó cinco balones (tres de ellos en centros al área) y vio cómo los verdiblancos lanzaban, todos de manera muy tibia, siete balones desviados.
Haciendo el paréntesis de los dos encuentros de Copa ante el Logroñés en los que el nivel de un rival de Segunda B no puede ofrecer muchas datos de análisis, ante los gijoneses Sergio Rico sólo tuvo que detener un tiro a puerta (4 en total) y en la visita del Valencia, un rival directo de los blancos por la lucha por Europa, el de Montequinto sí que pasó inadvertido. Los entonces de Nuno no dispararon ni una vez a puerta y no lograron forzar ni siquiera un córner.
Es la sensación que da este Sevilla que en el último mes no deja llegar a sus adversarios al área. El Deportivo, un equipo que está en alza y que antecede a los de Emery en la tabla en la sexta plaza, sí le buscó más las cosquillas al sistema defensivo nervionense, que recibió cuatro lanzamientos a puerta (uno fue gol) y ocho en total, con dos blocajes de Rico. Protagonista por su grandiosa actuación en la última jornada de la Champions ante la Juventus, en Riazor recibió el único tanto desde entonces, que además es el único que ha encajado en el último mes. El equipo italiano sí asedió la portería sevillista -por algo se trata del subcampeón de Europa-, pero desde entonces el bloque apenas ha sufrido.
Está claro que lo que impide al Sevilla está más arriba es el acierto ante el gol y, con los números en la mano, puede decirse que si los de Emery aún no han logrado celebrar un triunfo a domicilio ha sido por su escaso balance ofensivo, con sólo cuatro tantos en ocho desplazamientos en la Liga. Las dos ocasiones de las que dispuso Gameiro en el campo del Betis están en la retina de todos y habrían cambiado la visión de las cosas, como también ocurrió en Riazor o en Villarreal, donde el francés tampoco estuvo acertado.
Pero siempre se dijo que un equipo empieza a construirse desde atrás y en el viaje de vuelta de Alemania (4-2 ante el Borussia), Emery rumiaba que el nivel defensivo había que elevarlo. Se lo propuso y lo ha cumplido. Un mes desde aquel 25 de noviembre, siete partidos disputados y un solo gol, además a balón parado. Pero lo mejor es que Sergio Rico apenas ve el balón en su área.
2 Comentarios