El Banco Santander ya ha conseguido superar el millón de cuentas 1,2,3 y se marca el objetivo de alcanzar los dos millones antes de fin de año. La entidad ha captado 320.000 nóminas desde el lanzamiento de este producto en mayo de 2015, según concretó ayer el consejero delegado de la entidad, José Antonio Álvarez, durante la presentación de los resultados del primer trimestre, periodo en el que registró un beneficio atribuido de 1.633 millones de euros. Esta cifra supone un descenso del 5% con respecto al mismo periodo de 2015, por el tipo de cambio.

El banco explicó que este descenso se debe a que todas las divisas de los países donde está presente, con excepción del dólar, se han depreciado frente al euro. Sin el impacto del tipo de cambio, la entidad estimó que los resultados habrían aumentado un 8%.

La presidenta del grupo, Ana Botín, subrayó que los resultados superan los hitos previstos en el plan a tres años de la entidad y aportan confianza de cara a cumplir con los objetivos marcados, como elevar el dividendo por acción en efectivo un 10% y el dividendo total un 5%. "La transformación comercial evoluciona favorablemente en todos nuestros mercados y aumenta la vinculación de clientes como resultado de las mejoras en calidad de servicio y satisfacción, lo que refleja nuestra cultura de hacer las cosas de una manera sencilla, personal y justa contribuyendo al progreso de nuestros clientes", subrayó.

El número de clientes digitales creció un 17%, hasta alcanzar 17,8 millones, con un aumento del 49% en los que utilizan de manera habitual aplicaciones móviles. En España, el Santander obtuvo un beneficio atribuido de 307 millones hasta marzo, un 10% menos, mientras que las ganancias en el Reino Unido y Brasil se mantuvieron estables. El 61% del beneficio tiene su origen en Europa y el 39% en América. Por países, la mayor aportación corresponde al Reino Unido, con un 23%, seguido de Brasil (18%), España (15%), México (7%), Portugal y Chile (6% cada uno), Estados Unidos (4%), Argentina y Polonia (3% cada uno).

La entidad prevé un ahorro de entre 75 y 110 millones de euros al año a partir de 2017 por el cierre de 450 pequeñas oficinas de uno o dos empleados. El consejero delegado del grupo defendió este ajuste para adaptarse a las demandas del cliente y especificó que las transacciones en las oficinascaen a un ritmo de entre un 5% y un 8%, puesto que la operativa de los clientes se está desplazando hacia canales digitales, sobre todo a través de dispositivos móviles.

De una inversión total de 3.000 millones para el desarrollo de software y mejorar de los servicios, la entidad destina entre un 10% y un 15% a la transformación digital. Además, el número dos del Santander subrayó que la entidad no abandonará ninguna localidad en la que está presente en la actualidad en España tras este ajuste.

De cara a una nueva ola de fusiones en España, el consejero delegado del Santander enmarcó las integraciones "si tienen sentido" y dependiendo de la rentabilidad que se pueda obtener de la operación y su impacto en el beneficio por acción.