Caballero compra a Osborne 'La Ina' y otras tres marcas de Domecq

Grupo Caballero ha comprado a Osborne La Ina y otras tres marcas de vino de Jerez del antiguo catálogo de Domecq, todas ellas provenientes del paquete de 14 enseñas de vino y brandy que el grupo del toro adquirió a su vez a la multinacional francesa Pernod Ricard el pasado mes de enero. Con ello, Osborne se centrará en mantener el liderazgo en brandy en España (tiene un 30% de cuota), que estaba en entredicho antes de la compra de las marcas de Domecq a Pernod y que ha recuperado tras la operación.

Además de la popular marca de fino, la bodega que preside Luis Caballero ha adquirido Río Viejo, Viña 25 y Botaina, así como las existencias que llevan adscritas estas marcas. La intención del comprador es que esta gama -parece propio utilizar el término al tratarse de un fino, un oloroso, un dulce y un amontillado- se integre en su cabecera de vinos de Jerez, Emilio Lustau.

Las existencias de las marcas recién adquiridas por Caballero permanecerán por el momento en las instalaciones de Beam Global (antiguas bodegas Domecq). Además, hay que recordar que sobre la elaboración y residencia de esos vinos Osborne heredó, con la compra, un acuerdo al respecto existente entre Pernod Ricard y Fortuna Barniz (Beam Global), las dos multinacionales propietarias de los activos de la antigua Allied Domecq. Este acuerdo supone que Beam Global seguirá elaborando estas bebidas durante al menos dos años.

Osborne se ha quedado con las tres marcas de brandy que adquirió a Pernod Ricard -Carlos I, Carlos III y Felipe II- y los cuatro vinos VORS (vejez calificada superior a los 30 años) que incluía el paquete de las marcas de Domecq: Sibarita, Amontillado 51-1ª, Venerable y Capuchino. Pernod incluso mantiene la distribución de las marcas de brandy en mercados tan relevantes como el filipino.

Desde Caballero se aseguró ayer que con la compra alcanza dimensión en el negocio del vino con marcas de reconocido prestigio. Este mercado está dominado de manera indiscutible por la también gaditana González-Byass -que comercializa Tío Pepe-, seguida de las bodegas Williams&Humbert.

Caballero anunció, además, que va a aprovechar su situación financiera y patrimonial para abordar su desarrollo mediante operaciones corporativas, tanto en producción como en distribución nacional e internacional. En este sentido, cabe recordar que recientemente ha adquirido una distribuidora en California para crecer en Estados Unidos.

Para Osborne significa la culminación de su operación con Pernod Ricard, en la que el objetivo prioritario era complementar su portafolio de brandies para consolidar su liderazgo en el mercado y que se valoró en alrededor de 50 millones. La transacción se ha cerrado tras un rápido proceso de negociación facilitado por la proximidad geográfica e institucional de ambos grupos y por la colaboración de Rabobank como asesor de Osborne.

Además de las líneas de negocio de bebidas espirituosas y vinos, el grupo Osborne está también presente en el sector de aguas y zumos con la marca Solán de Cabras y en el de productos ibéricos con Sánchez Romero Carvajal (5J). En 2007, la facturación de la compañía que preside Tomás Osborne alcanzó los 274,8 millones, de los que 242,1 se obtuvieron en España.