La Caixa obtuvo en el primer semestre del año un beneficio neto atribuido de 1.060 millones de euros, lo que supone un descenso del 13,7% con respecto al mismo periodo de 2007 debido al aumento de las dotaciones para riesgos del negocio. El beneficio neto recurrente -sin contar el resultado de minoritarios- ascendió un 20,3% y alcanzó los 1.195 millones. La tasa de morosidad se triplicó, al pasar del 0,38% de hace un año al 1,26% de junio.
El descenso del beneficio neto responde al hecho de que La Caixa destinó íntegramente a dotaciones para riesgos del negocio los ingresos extraordinarios de 225 millones generados en el primer semestre, frente a los 250 millones de extraordinarios que sí se computaron en el mismo periodo de 2007.
El volumen de negocio financiero se situó en 410.896 millones, un 11,7% más, y los créditos crecieron un 11,7%, hasta los 170.271 millones, sobre todo gracias a la inversión en empresas. Al cierre del primer semestre, los recursos de clientes se situaron en 240.625 millones.
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