Cajasol y Caja Guadalajara se dan el sí sin renunciar a una fusión aún mayor

En la recámara siguen las cajas extremeñas, pero se suman a la lista de aspirantes las de Ávila y Segovia · Un grupo contractual consolidable o el sistema institucional de protección son las fórmulas de unión barajadas

El presidente de Cajasol, Antonio Pulido, saluda a su homólogo en Caja Guadalajara, José Luis Ros.
R. E. / Sevilla

25 de noviembre 2009 - 05:02

Con la sincronía de las mejores parejas, espoleadas por la convicción de que es lo que toca, Cajasol y Caja Guadalajara oficializaron ayer un secreto a voces: trabajan para culminar una fusión fría, sin renunciar pues a una imagen diferenciada, e invitan a otras cajas de ahorros a sumarse a un proyecto en la línea de lo que pide el Gobierno y exige el Banco de España. Menos actores pero más sólidos en el escenario financiero.

Para ampliar el círculo, el presidente de Cajasol, Antonio Pulido, piensa en algunos viejos conocidos -Caja de Badajoz y Caja de Extremadura- y sondea sinergias más al norte -Caja de Ávila y Caja Segovia entrarían en las quinielas según fuentes consultadas por este periódico-. Pulido solicitó y obtuvo del consejo de administración celebrado ayer la autorización para cerrar un pacto con Caja Guadalajara que la entidad hispalense plantea con cautela: recurrirá a la creación de un grupo contractual consolidable o al sistema institucional de protección (SIP). Cautela, sí, pero también un horizonte de creciente confianza, pues miembros del consejo señalaron que no se descarta que "la fusión fría se convierta con el tiempo en una fusión en toda regla".

En un comunicado divulgado tras seis horas de reunión, Cajasol destacó que la fórmula del grupo contractual consolidado "optimiza los recursos de capital, centraliza aspectos clave de las políticas financieras y de riesgos, facilita la integración de los negocios, fortalece el control interno y refuerza el acuerdo institucional de protección, dotándolo de estabilidad frente a los mercados".

Los miembros del consejo de administración de Cajasol (40 en total) votaron a favor del inicio de conversaciones con la caja alcarreña, toda una formalidad, pues los contactos llevaban tiempo produciéndose. La excepción fueron los dos representantes de UGT, que se oponen a la operación al no estar de acuerdo con el SIP, "un sistema que atenta contra la propia naturaleza de las cajas y que, llevado al extremo, puede suponer la privatización de las cajas". El SIP, introducido en la reforma de la ley andaluza de cajas aprobada en octubre, concede a la Consejería de Economía y Hacienda la prerrogativa de bendecir o desbaratar la fusión al conllevar forzosamente "modificaciones estatutarias" en las cajas implicadas.

Horas después, el consejo de Caja Guadalajara respetaba el guión y daba un paso en el mismo sentido. El homólogo de Pulido, José Luis Ros, reconoció contactos con Cajasol, suscribió el deseo de contar con más socios en esta empresa y prometió someter la fusión al juicio de los órganos de gobierno manchegos "lo antes posible". Ros y su equipo recurrirán a "profesionales independientes, tales como auditores, abogados, consultores o registradores, así como de la Administración Pública" para rematar el proceso con garantías. Asimismo, el presidente de Caja Guadalajara "ha sido facultado para entregar toda la información necesaria, incluida la de carácter reservado, para la elaboración del modelo organizativo y de negocio, funcionamiento, régimen jurídico y otros aspectos, de dicho grupo".

La unión de ambas entidades "facilitará una mayor racionalización de las estructuras de las cajas que intervengan en esta reordenación, una mejora de eficiencia operativa, un fortalecimiento en la gestión de riesgos y un reforzamiento en la capacidad financiera, de los recursos propios, y en la gestión del desarrollo del negocio", destacó Cajasol en su nota. Pulido sugirió igualmente establecer las fórmulas de trabajo y de consultas con el Banco de España, las comunidades autónomas o la Comisión Nacional del Mercado de Valores al objeto de formalizar cualquier proceso que se inicie en este sentido.

En unas declaraciones a Onda Cero, Pulido añadió que en esta alianza estratégica "cada caja mantiene en la entidad de origen cada una de las marcas, los órganos de gobierno y la obra social", pero agregó que el resto de actividad, esto es, el negocio mayorista, financiero y la gestión de servicios centrales "se hará a través de un instrumento común a todas las entidades que participen en este grupo contractual".

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