Goirigolzarri defiende que una banca pública no es sostenible en el tiempo
El presidente de Bankia cree que traspasar la barrera de una gestión profesional es un error. Afirma que la sociedad no debería ver mal que un banco tenga beneficios. La liquidación de Bankia hubiera costado 60.000 millones sólo en cubrir los depósitos, afirma.
Mantener una banca pública en el tiempo -como es el caso de Bankia- “no es sostenible”, según aseguró este jueves el presidente de la entidad, José Ignacio Goirigolzarri, en el curso de verano que organiza la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE). El primer directivo del banco salió al paso así de las voces -entre ellas las de los sindicatos- que reclaman que no se venda la participación del FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria) para preservar el carácter público de la entidad. Goirigolzarri aludió a la experiencia histórica (“tenemos una memoria frágil”, dijo) y en cierto modo elogió al PSOE por no pedir el mantenimiento de Bankia como entidad pública, aunque sí el aplazamiento de su venta, prevista para antes del 31 de diciembre de 2017). “Es positivo que se hable de privatización y que no se ponga en cuestión. La ley se puede cambiar y son los propietarios los que definen a qué precio, cómo y cuándo”.
Él, en particular, reconoció que está “cómodo” en la situación actual, en la que el banco es público, sí, pero funciona con criterios profesionales. “Se generará el crédito que tenga sentido generar y con sentido profesional. Si hay alguien que que quiere romper esa barrera, estaría cometiendo un error”, afirmó, y añadió a continuación: “cuando empecé, mi mandato era gestionar la entidad con profesionalidad, dando crédito con sentido y buscando valor para nuestros accionistas. Es es el mandato con el que llegué y así es como me siento cómodo”.
Goirigolzarri defendió que la banca, y también Bankia, ya ha abandonado las malas prácticas, pero la percepción de la sociedad sigue siendo negativa. “La sociedad está decepcionada con el sistema financiero por la crisis. Culpa a los banqueros, cuando no han sido los únicos culpables y además han pagado justos por pecadores”. Según el directivo, el sector está ya en proceso de romper con el pasado y Bankia lo hizo hace ya tres años. “Hoy la realidad es mejor que la imagen que se tiene y debemos hacer un esfuerzo para que haya un cambio en la percepción de la sociedad”.
Y Goirigolzarri se puso a ello. Defendió, primero, la misma existencia del sistema financiero “porque sin él la economía no se puede financiar y es imposible la generación de riqueza”. Y, después, que las entidades tienen que ser rentables. “La sociedad no debe pensar que los bancos no deben ganar dinero”, sentenció, para añadir a continuación que “los bancos no rentables sin capacidad de atraer el capital son una rémora para la sociedad”.
Respecto a la propia Bankia, aportó algunos datos sobre su evolución. Por ejemplo, ha generado 4.000 millones en capital de forma orgánica y mantiene la misma cuota de mercado que en 2012 con 1.000 oficinas menos. Ante la discreta rentabilidad de los créditos hipotecarios -que son los predominantes en la entidad- Bankia se ha volcado en pymes y autónomos y en los cinco primeros meses del año ha duplicado el crédito a estos sectores respecto al año anterior. Respecto a los desahucios y las familias en riesgo, Goirigolzarri consideró que la situación actual es muy diferente que la que había en 2012, “más manejable”. Y aludió a las 120.000 hipotecas refinanciadas -incluso algunas en la que no había impagos pero si riesgo-, las 6.000 daciones en pago y los acuerdos con cuatro comunidades autónomas para habilitar viviendas sociales.
Goirigolzarri también se refirió a la estrategia del banco para captar clientes, que definió como “sistema híbrido” en el que internet “no es la más importante de las claves”. Cree que es necesario poner en valor las oficinas y que “la realidad que viene” es mucho más compleja que el simple debate “internet sí o internet no”. Aun así, destacó que ya sólo el 11% de las transacciones ya se realizan en oficinas y el 30% del crédito al consumo se concede en cajeros o por internet.
Por último, reveló que si bankia no hubiera sido intervenida, su liquidación se habría disparado a 60.000 millones de euros, que es el coste que hubiera supuesto cubrir los primeros 100.000 euros en depósitos garantizados por ley a los clientes. Después hubiera llegado la venta de activos, “un proceso lento y complicado” que también habría supuesto pérdidas, al venderse hipotéticamente por debajo del valor inicial.
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