Economía

Moody's retira la 'triple A' a Francia y le mantiene la perspectiva negativa

  • La agencia calificadora basa su decisión en la "perdida de competitividad" de la economía gala y la "rigidez" de sus mercados de trabajo, bienes y servicios.

La agencia de calificación crediticia Moody's ha retirado la máxima nota para la deuda soberana de Francia, que ha caído un escalón, de Aaa a Aa1, por las peores perspectivas económicas y los "desafíos estructurales" a los que debe hacer frente.

Moody's ya cambió a negativa la perspectiva para Francia el pasado febrero, al mes siguiente de que la agencia Standard & Poor's le retirase a este país su triple A. La decisión adoptada supone mantener esta perspectiva en negativa.

Moody's apunta varios motivos para justificar su decisión, entre otros la "perdida de competitividad" de la economía francesa y la "rigidez" de sus mercados de trabajo, bienes y servicios. Estas "rigideces estructurales" y la contracción de la demanda, tanto interna como externa, hacen que la perspectiva fiscal sea "incierta".

Asimismo, la firma de medición de riesgo pone en cuestión la resistencia de Francia a las turbulencias en la eurozona y cita como ejemplo su exposición a las economías periféricas, "desproporcionadamente grande". A ello se añade que ha aumentado la posibilidad de que Francia termine ayudando a otros países para superar sus respectivas crisis.

Francia sigue mejor valorada que Italia y España

Por su parte, el ministro francés de Economía, Pierre Moscovici, aseguró que la calidad del crédito francés sigue siendo "extremadamente elevada" y recordó que la nota a la deuda que emite París sigue estando muy por encima de las de Roma o Madrid. "Francia sigue siendo uno de los países mejor calificados en el mundo y en Europa", señaló Moscovici en una rueda de prensa en la que reconoció que está un nivel por detrás de Alemania pero "siete grados por encima de Italia y ocho grados por encima de España", en una escala de 21 niveles.

Según Moscovici, la rebaja de la nota de Moody's no afecta a los fundamentos de la economía francesa, que siguen siendo fuertes, y refleja el mismo análisis del Ejecutivo sobre la pérdida de competitividad, lo que ya ha llevado al Ejecutivo a tomar medidas. "No hay ninguna razón objetiva para que la calidad de nuestra firma sea manchada", indicó Moscovici, recordando que Francia se financia actualmente a niveles históricamente bajos.

El ministro aprovechó su intervención para subrayar la intención del Ejecutivo de aplicar rápidamente las medias aprobadas para ganar competitividad y confirmó el objetivo de reducir el déficit en 2013 al 3% del Producto Interior Bruto (PIB), frente al 4,5% programado para el presente ejercicio. "Tenemos la intención de mantener ese ritmo, que es rápido", declaró el titular de Economía, que cree que no se producirá una pérdida de confianza entre Francia y Alemania.

La primera reacción del ministro, tras conocerse la rebaja, fue achacar la pérdida de la confianza financiera al legado del anterior Gobierno, bajo presidencia del conservador Nicolas Sarkozy. El nuevo presidente del partido conservador UMP, Jean-Francois Copé, señaló en declaraciones a la emisora "RTL" que "el argumento habitual anti-sarkozysta no se sostendrá durante mucho tiempo".

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