Lograr por sólo dos euros dos entradas para el partido de fútbol España-Finlandia del pasado 22 de marzo en El Molinón (Gijón) no fue una mala jugada. La pareja que las disfrutó sólo tuvo que pujar por ellas en una jovencísima plataforma de subastas de ocio y viajes on line con raíces en Andalucía.Bautizada como Biduzz, la iniciativa cuenta con un mes de andadura y ha sido impulsada por un empresario jerezano vinculado al sector del turismo y las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), Pedro Márquez.

El objetivo de la empresa no es otro que ofrecer productos y servicios exclusivos mediante un canal innovador: las subastas en internet. Una estrategia con la que, según sus promotores, todos ganan: los clientes finales, que acceden a experiencias singulares a "precios sin competencia"; los proveedores, que tienen la oportunidad de colocar sus productos en un medio alternativo para compensar épocas de baja demanda o escasa ocupación y, además, ganar notoriedad de marca y mayor visibilidad entre su público potencial; y, por supuesto, la propia empresa jerezana, cuyos ingresos están asociados a las adjudicaciones logradas entre los usuarios, ya que se queda con un porcentaje del valor final de la venta realizada -lo acuerda de forma individual con cada proveedor-.

El funcionamiento del sistema es sencillo. Los interesados en las ofertas de Biduzz tienen que registrarse en la plataforma -de forma gratuita- y, a partir de ahí, pueden pujar por los productos y servicios. El precio mínimo de salida es de un euro y no existe tope máximo. Resulta adjudicatario el usuario que ofrezca el importe más alto, que se da a conocer en la web una vez que finaliza la subasta.

Pero, ¿hasta qué punto es atractivo para el cliente adquirir sus experiencias por este canal en lugar de acudir directamente a los proveedores? ¿Se logra un ahorro importante? "Nosotros no somos una página de descuentos, sino un club de subastas de ocio y viajes que permite acceder a productos singulares, de alto standing, a unos precios increíbles", explica Fernando Hormigos, responsable de Producto y de Desarrollo Internacional de Biduzz. "Lo normal es que el cliente realice un análisis de la oferta antes de pujar por ella, de modo que se informe de los precios de mercado y constate que obtiene un beneficio económico al comprar el servicio a través de nuestra plataforma", asegura, para añadir que, no obstante, "muchos no buscan el ahorro, sino la exclusividad". Y pone un ejemplo de bienes que no son fáciles de obtener: "El pasado 8 de marzo, una persona se adjudicó dos entradas para el concierto de Bruce Springsteen en Gijón, junto con una noche de hotel en un cuatro estrellas, por 230 euros; lo interesante del caso es que las entradas para el evento ya se habían agotado a finales de febrero, por lo que hubiese sido imposible adquirirlas de otro modo", sentencia.

Desde la sede de Jerez de la Frontera, un equipo de cuatro personas trabaja en la iniciativa de forma incansable. Los resultados están siendo alentadores: la página ya cuenta con más de 5.000 usuarios registrados y tienen cerca de 35.000 seguidores en Facebook -tanto en España como en otros países-. Asimismo, cada vez más proveedores -hoteleros, empresas navieras, mayoristas de viajes, distribuidores de entradas para eventos deportivos y culturales- depositan su confianza en la plataforma de subastas on line.

Para afianzar su modelo de negocio en España y exportarlo a nivel internacional, Biduzz está embarcada en estos momentos en la búsqueda de financiación. Necesita en torno a 300.000 euros y está explorando vías como el capital riesgo, los préstamos participativos o los business angels. La firma prevé contar con ese capital a corto plazo, de modo que, en cuestión de meses, pueda dar el salto exterior. Los mercados prioritarios son Europa -empezando por Reino Unido- y Oriente Próximo.