Economía

Solo el 34% de los que emprenden en Andalucía perciben un entorno favorable

José Ruiz Navarro, catedrático emérito de Organización de Empresas de la Universidad de Cádiz; Francisco Ferraro, presidente del Observatorio Económico de Andalucía (OEA); Francisco Liñán Alcalde, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla, y José Luis Galán, vicepresidente del OEA

José Ruiz Navarro, catedrático emérito de Organización de Empresas de la Universidad de Cádiz; Francisco Ferraro, presidente del Observatorio Económico de Andalucía (OEA); Francisco Liñán Alcalde, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla, y José Luis Galán, vicepresidente del OEA / Juan Carlos Muñoz

Cada vez hay más personas que tienen la intención de emprender en Andalucía, pero el entorno –lo que se conoce como el ecosistema– no mejora, y Andalucía no está en buen lugar en este aspecto. Esta es una de las ideas de la última edición del informe GEM (Global Entrepreneurship Monitor) 2022-2023 correspondiente a la región, que ayer fue presentada en una sesión del Observatorio Económico de Andalucía (OEA) en la Cámara de Comercio de Sevilla.

Francisco Liñán, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla, explicó que el emprendimiento en Andalucía ha repuntado tras la pandemia, con una tasa que se sitúa en el 5,5% de la población, seis décimas más que en el periodo 2020-2021 gracias sobre todo a las empresas de nueva creación. Los emprendedores potenciales están además en el nivel más alto de los últimos años si descontamos 2012-2013, periodo marcado por la necesidad derivada de la crisis económica. El 10% de los andaluces tiene en su cabeza un proyecto, un punto más que a nivel nacional.

Sin embargo, esta creciente inquietud pospandemia choca con una realidad que no mejora y que como mínimo se mantiene estable. Liñán explicó que la mayoría de los emprendedores no perciben un entorno favorable y que el 45% de la población general tiene miedo a emprender. ¿Cuáles son los problemas? El catedrático citó dos: la educación emprendedora y la financiación, que no solo es complicada de obtener sino que además es insuficiente.

“Tenemos que invertir en formación y en identificación de oportunidades”, dijo Liñán, para a continuación incidir en que los poderes públicos y la sociedad en general “tienen que conseguir que ese 10% que quiere emprender no abandone la idea”.En cualquier caso, y al margen de este cuello de botella, destacó que las empresas que se crean ahora son mejores que las de hace unos años. Tienen más tamaño, son más innovadoras y el alcance de sus mercados es más amplio. Respecto al informe anterior, se pasa de un 10% a un 13% de exportadoras entre las empresas de nueva creación y del 18% al 20% entre las ya consolidadas.

En esta mejoría tiene que ver que los que comienzan a emprender ahora son, sobre todo, universitarios. Entre el 17 y el 20% de los que tienen un posgrado quiere crear una empresa, una tasa muy superior a la general. “Las empresas creadas por universitarios son cada vez más frecuentes; aplican un conocimiento especializado, son capaces de innovar y escalan a mercados más amplios.Son cualitativamente diferentes y eso hay que impulsarlo”.

La segunda idea es que el emprendimiento está muy vinculado en Andalucía a los grandes núcleos urbanos. Por eso el coordinador del informe GEM reivindicó que los programas públicos y las infraestructuras (por ejemplo, las telecomunicaciones) lleguen también a las zonas rurales.

La brecha de España con países como EEUU, Alemania o Francia se agranda

El alma mater del informe GEM en Andalucía –se trata de un proyecto global que implica a universidades de todo el mundo– en sus 20 años de vida ha sido José Ruiz Navarro, catedrático emérito de Organización de Empresas de la Universidad de Cádiz. El recién creado Observatorio del Ecosistema Emprendedor de Andalucía ha asumido la elaboración de este estudio –Francisco Martín sigue como director– y Ruiz se ha embarcado en otro proyecto, Guesss, de investigación colaborativa del emprendimiento en el ámbito universitario.

En su intervención destacó queel espíritu emprendedor en España era mayor en 2003 que ahora y la brecha se ha agrandado con países como Reino Unido, EEUU o Alemania. En el lado positivo, el emprendimiento femenino casi se iguala ya al masculino.

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