Economía

Hacia el horno ecológico

  • La empresa jiennense Intelec-Ingeniería desarrolla un sistema que permite sustituir los tradicionales quemadores de gasoil de las panaderías por otros de biomasa

Del horno de gasoil al horno de biomasa. Este salto ecológico y económico es el que una empresa de Jaén, Intelec-Ingeniería, intenta potenciar en el segmento de las panaderías. Un establecimiento situado en una localidad jiennense es el que le está sirviendo desde hace tres meses de laboratorio de ensayo y, a tenor de los avanzados resultados, la firma ya adelanta que lanzará su sistema a principios de 2013.

Los quemadores de biomasa para hornear pan se introdujeron en el mercado hace unos seis años, pero su optimización no era la deseada. De ahí que Intelec se haya sumergido en el diseño de una alternativa que palía las carencias de otros. La clave está en que ha logrado desarrollar un sistema de gestión y control del quemador que permite regular el calor que imprime el horno. "La llama que proporciona la biomasa es más ancha y uniforme que la del gasoil, con lo que se calienta mejor todo el espacio y el pan sale más bueno y crujiente", asegura Antonio Ruano, propietario y director comercial de la compañía.

Ésta es una de las ventajas del invento, pero quizá la que más atraiga a los futuros clientes es el considerable ahorro económico que proporciona la biomasa. "El ahorro de costes con respecto al gasoil puede ascender al 60%", especifica Ruano. "Además, para pasar a este sistema no es necesario cambiar toda la caldera, sino sólo el quemador, con lo que la inversión se reduce considerablemente hasta los 8.000-10.000 euros", añade.

El único inconveniente del sistema, que se alimenta con pellet de pino -pequeños cilindros de madera-, son los residuos que deja, ya que la combustión arroja cenizas que deben ser limpiadas. "Eso sí, una persona no tarda más de diez minutos en sacar la ceniza generada en un día", matiza Ruano. La panadería que está funcionando como proyecto piloto para Intelec ya ha instalado el quemador de biomasa en uno de sus hornos y los buenos resultados conseguidos "hacen prever que cambiará los otros cuatro que tiene", avanza el director general. El sistema de control y gestión del quemador está en estos momentos en proceso de patentado.

Intelec es una firma de ingeniería volcada en el desarrollo de proyectos de eficiencia energética que se adentró en este segmento de las panaderías de la mano de otra empresa jiennense dedicada a la fontanería, H2O, actual aliada y quien la puso en la pista de la oportunidad que había en el uso de la biomasa para hornear pan.

La firma propiedad de Antonio Ruano, con diez años de historia a sus espaldas, facturó el año pasado 1,2 millones de euros y prevé cerrar el actual ejercicio con unos ingresos de 1,8 ó 2 millones, lo que supondrá un incremento, como mínimo, del 50% con respecto al año anterior. En 2013, las estimaciones de la compañía apuntan a que elevará las ventas otro 40%.

Actualmente, Intelec se organiza en dos líneas de negocio: es desarrolladora de ingeniería y también instaladora de las soluciones que diseña para sus clientes. Desde 2002 a 2005 se centró en la primera área y fue en ese año cuando dio el salto. "La eficiencia energética era una utopía en aquella época, no se le prestaba atención porque las cosas iban bien y nadie pensaba en ahorrar costes ni en proteger el medio ambiente con la reducción de CO2", recuerda Ruano.

En su faceta como ingeniería de proyectos, la empresa de Jaén se dirige a los sectores industrial, hotelero y de propietarios. Este segmento, pese a ser el más antiguo, aporta el 20% de la facturación de la compañía, ya que otros más recientes ejercen de motor.

Dentro de su rol de instaladora, Intelec trabaja en cuatro áreas: la fotovoltaica, la solar-térmica, la iluminación y la biomasa. Ésta última es la que aporta los mayores ingresos, el 60%, mientras que las demás acaparan el 20%.

La niña bonita de Intelec, la biomasa, se ocupa de la instalación de calderas que proporcionan ahorros de hasta el 60% con respecto al coste del gasoil.

Además, en este segmento la empresa ha innovado en la forma de comercialización. Así, si el cliente -comunidad de propietarios, hoteles, centros deportivos...- no puede afrontar la inversión que supone una nueva caldera, que ronda los 300.000 euros, puede optar por comprar sólo el calor. Esto significa que Intelec sustituye la caldera a coste cero y, del ahorro que se produce, un porcentaje va al usuario y el otro a la empresa. "Nosotros aseguramos al cliente un ahorro de entre el 10 y el 15% sobre el coste del gasoil durante 10 años, el mantenimiento del sistema y un suministro estable", cuenta Ruano. Esta línea nació hace tres años, pero se ejecutó sobre todo en 2011.

Intelec tiene una plantilla de doce profesionales, sobre todo, ingenieros y jefes de obra, mientras que cuenta con en torno a dieciséis empleados indirectos que se dedican a la instalación de las soluciones ideadas para cada caso.

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