Los 10 mandamientos para decidir bien

"Preocúpate más por decidir bien que por acertar". Este es el primero de los diez mandamientos de una buena decisión según el profesor del IESE Miguel Ángel Ariño, que participó ayer en una jornada organizada por la Asociación para el Progreso de la Dirección. En el acto, presentado por el periodista Víctor Palomino y Antonio Milla, director general de Aquagest Andalucía, Miguel Ángel Ariño expuso un decálogo de principios a aplicar por los directivos a la hora de la toma de decisiones.

El profesor del IESE señaló que lo peor que puede ocurrir en una empresa no es errar, sino decidir mal y acertar. "Eso se llama suerte y es muy peligroso porque lleva a una acumulación de malas decisiones", señaló Miguel Ángel Ariño. Los dos siguientes consejos consisten en una identificación clara de los objetivos y un planteamiento realista de los problemas. "El marco de referencia condiciona nuestra percepción de la realidad. Un padre nunca reconocerá que su hijo es limitado", señaló.

Muy relacionada con la anterior se sitúa la cuarta directriz: no autoengañarse. El mejor antídoto es la confrontación de ideas. "Si el directivo se rodea de personas que piensan igual que él, no le aportan nada", aseguró. Atender sólo la información relevante y reconocer que la incertidumbre juega un papel determinante son otros dos principios, a juicio de Miguel Ángel Ariño. Para mitigar la inseguridad, el experto aconseja como séptima directriz que el responsable de la toma decisiones sea creativo y se plantee diferentes escenarios, por muy descabellados que sean. "Decidir bien no es hacer lo que quiero, sino que sabiendo qué es lo que quiero, determinar qué debo hacer para conseguirlo", afirmó Ariño, para presentar su penúltimo consejo: "poner en práctica lo que se decida". Por último, el profesor del IESE incidió en que hay que tener en cuenta "que no todo es racionalidad", y recordó que "hay una cosa peor que estar equivocado: ser el único equivocado".