La anulación del 20% de los vuelos programada en los dos aeropuertos de París se mantuvo pese a que no había nieve en las pistas de Charles de Gaulle ni en las de Orly, ya que los efectos del temporal anunciado no han sido tan importantes como se habían previsto. Igualmente, el aeropuerto de Fráncfort, el de mayor tráfico aéreo en la Europa continental, espera recuperar su plena normalidad, aunque en las primeras horas se cancelaran aún 40 vuelos, en su mayoría por anulaciones derivadas de otros puntos europeos.

El número de anulaciones sigue en descenso, después de que a lo largo de los siete días precedentes se llegaran a cancelar 2.400 vuelos. Según un portavoz de Fraport, empresa que gestiona el aeropuerto alemán, la previsión es que a lo largo del día no se supriman ya más vuelos. El ligero ascenso de las temperaturas y el hecho de que en las últimas horas no cayeran nuevas precipitaciones destacables de nieve apuntan en esa dirección, según informaron esas fuentes.

En el caso de París, un portavoz de la Dirección General de la Aviación Civil (DGAC) justificó la suspensión de los vuelos, aunque reconoce que no hay problemas para el despegue ni el aterrizaje de aviones en las dos plataformas de la capital francesa, porque una vez desprogramados no se puede dar marcha atrás.

La DGAC había anunciado el miércoles la supresión desde última hora de la tarde del 15% de las operaciones en Charles de Gaulle y del 20% de este jueves tanto en ese aeropuerto como en el de Orly, en este último caso hasta mediodía, en razón de la alerta de los servicios meteorológicos, que anunciaban nevadas que iban a dejar de cinco a diez centímetros de espesor en la región de París.

Sin embargo, y a diferencia de lo que ocurrió el pasado lunes, las precipitaciones de nieve no fueron tan importantes y de hecho en París esta mañana la lluvia había terminado por fundir la poca que había caído. No obstante, Météo France mantenía esta mañana siete departamentos del norte de Francia, todos ellos al este de París, en alerta naranja por nieve y hielo.

El riesgo de que la nieve bloqueara muchas vías como el fin de semana había llevado a las autoridades a prohibir ayer la circulación de camiones en la región de París, y a aconsejar a las empresas que permitieran a sus empleados dejar el trabajo a partir de las 16.00 horas para que pudieran volver a sus domicilios.

Las consecuencias de esas medidas fueron 400 kilómetros de retenciones en Ile-de-France por la tarde y camiones obligados a quedarse aparcados en las áreas de servicio aunque las carreteras estaban limpias, hasta que de madrugada se levantó parcialmente la prohibición. Los transportistas manifestaron su malestar con una declaración de la Federación Nacional de Transportes por Carretera (FNTR), que denunció una "utilización abusiva del principio de precaución".

Esta mañana los principales problemas en la red francesa estaban en las cercanías de los pasos fronterizos con Luxemburgo y Bélgica, debido a que en el sur de este último país se había prohibido la circulación de camiones.