La marisma del Guadalquivir ya tiene su propia marca de arroz
La cooperativa Arrozúa lanza Doña Ana con el reclamo de estar fabricada en el entorno del parque nacional · La idea es comercializar el producto en España y la Unión Europea
La gran asignatura pendiente del agro andaluz es la comercialización. Hay buena materia prima, pero algunos productos se envasan en gran parte fuera de la región y son rentabilizados por empresas ajenas. ¿Solución? Crear una marca, envasar la producción. Eso es, precisamente, lo que empieza a hacer ahora la cooperativa arrocera Arrozúa. El sector del arroz de la marisma del Guadalquivir lleva años barajando esta posibilidad, pero hasta ahora no se había llevado a cabo.
Tras un estudio de mercado elaborado por la empresa Taso por encargo de la Consejería de Agricultura, ha nacido Doña Ana, una marca que evoca el nombre del Parque Nacional, y cuyo producto está fabricado bajo los parámetros de la producción integrada. "Estamos empezando a distribuir ya algunos pedidos -dice Salvador Cuña, presidente en funciones de Arrozúa-; y tenemos ya comerciales distribuidos por toda Europa, que es lo que nos pedía el estudio; eso ya lo hemos hecho". La idea es vender en países como Reino Unido, Holanda, Bélgica y el antiguo telón de acero, sobre todo la variedad de arroz puntal, el arroz largo. Es menos consumido en España, donde triunfa el redondo, pero tiene grandes posibilidades en el extranjero y se produce en gran proporción en la marisma. Eso no quiere decir que no se vaya a vender el redondo: también habrá una línea para esta variedad.
El lanzamiento de Doña Ana tiene precedentes. Sin una fábrica de procesado -lo que se conoce como molino- no hubiera sido posible. "Nos lo pedían los agricultores, como vía de salida de un arroz que estaba a expensas de que viniera o no la industria a comprar". El pasado verano entró en funcionamiento, con una capacidad de procesar 10.000 kilos de arroz a la hora. Dicho de otro modo, cada sesenta minutos se quita la cáscara y se blanquean 10 toneladas de arroz. Es algo significativo si tenemos en cuenta que Arrozúa es la mayor cooperativa del arroz de España, con 800 socios, 12.670 hectáreas y con una producción de 110 millones de kilos de arroz en un año normal. Todo el sector en su conjunto puede producir 360 millones aproximadamente.
La marca Doña Ana será la guinda, pero donde seguirá estando el grueso del negocio será en la venta a granel. Se vende en cajas de mil kilos y pueden salir en una campaña hasta 45 millones de kilos de arroz blanco ya tratado. Parte de esta venta se destinará a suministrar marca blanca, tanto envasada como a granel.
Para aguantar este crecimiento, la cooperativa ha tenido que ampliar el número de trabajadores en seis personas y tiene previsto hacerlo en una quincena más en los próximos meses. ¿Afectará el nuevo operativo a la industria y a su capacidad de compra? Acuña es claro: no. "Tenemos todavía 16 millones de kilos sin vender", dice. El gigante Herba sigue comprando y seguirá comprando: se calcula que Ebro Puleva se lleva 300 de los 360 millones de kilos de arroz de la marisma. Cuña se reafirma en que no son competencia con Herba; es más, dice, las relaciones son excelentes.
Arrozúa se lanza a conquistar mercados en un momento relativamente bueno, en un año en el que por fin no ha habido restricciones a la siembra y en el que la calidad del arroz ha sido excepcional.
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