Torre Sevilla, el rascacielos que ‘salvó’ CaixaBank tras absorber a Banca Cívica
Tras la fusión en 2012, la entidad catalana no abandonó el proyecto y siguió con la construcción del complejo “porque era una forma de compromiso con la ciudad”
El fondo de inversión Argis quiere comprar a CaixaBank Torre Sevilla por 130 millones de euros
Aunque el complejo Torre Sevilla es hoy propiedad de CaixaBank, este ambicioso proyecto fue impulsado por las cajas de ahorro de Sevilla, con Antonio Pulido al frente, ya que pensaron que la isla de la Cartuja era una buena ubicación para la futura Caja Única que pretendían crear. En 1998 nació Puerto Triana, la sociedad promotora de Torre Sevilla, y en 2010, esa sociedad pasó a Banca Cívica, resultante de la fusión de Cajasol, Caja Navarra, CajaCanarias y Caja de Burgos.
Tras dos proyectos fallidos, se invitó a cinco grandes estudios internacionales para competir en un concurso de ideas para diseñar un complejo que estaba llamado a convertirse en un icono para la ciudad. En 2006 se conoció el ganador: César Pelli, con su torre de 180,5 metros de altura. Para la aprobación del proyecto hubo que modificar en 2007 el PGOU para el solar de 68.000 metros cuadrados donde se ubica, provocando un debate social y político sobre el posible impacto visual del rascacielos, una polémica en la que Alfredo Sánchez Monteseirín, alcalde de Sevilla entre 1999 y 2011, se convirtió en el más firme defensor del rascacielos. En 2008 comenzó la construcción del rascacielos, aunque la amenaza de la Unesco de incluir a Sevilla en la lista de patrimonio en peligro por su impacto visual llevó incluso a plantear la posibilidad de demoler la estructura si eso ocurría.
Cuando en 2012 continuó la reforma del sector financiero español y se produjo la fusión de Banca Cívica -presidida entonces por Antonio Pulido- y CaixaBank, el patrimonio de la primera pasó a la segunda, incluyendo la sociedad Puerto Triana, promotora del proyecto. CaixaBank 'heredó', por tanto, el esqueleto de Torre Sevilla porque el complejo estaba a medio construir. Barajó entonces dos opciones: abandonar el proyecto o seguir invirtiendo en el mismo cientos de millones de euros tras el estallido de la burbuja inmobiliaria. "Optamos por hacer realidad el proyecto porque era una forma de poner de manifiesto nuestro compromiso con la ciudad, que puso todo el interés del mundo en sacarlo adelanto", declaró en 2018 Antonio Cayuela, entonces administrador único de Puerto Triana, sociedad propiedad de Building Center, una sociedad 100% de CaixaBank.
En 2015, el Ayuntamiento de Sevilla emitió el certificado final de obra y la licencia de primera ocupación del rascacielos, convirtiéndose en el edificio más alto de Andalucía y el octavo de España. Los primeros en ocupar el complejo fue el hotel -que tiene de la planta 35 a la 37- y el CaixaForum. A continuación se siguió con las obras del centro comercial, que en principio no estaba en el proyecto que ideó Antonio Pulido.
Finalmente, el complejo quedó con 218.221 metros cuadrados construidos, repartidos entre las oficinas (32.111), el hotel (26.068), el centro comercial (39.289), el CaixaForum (9.909) y el aparcamiento (110.844, repartidos en tres plantas). Con los años la polémica se diluyó y el rascacielos -con una de las mejores vistas del casco histórico de Sevilla y el Aljarafe- terminó integrado plenamente en la ciudad. En 2021, Juan Espaldas, otrora alcalde de la capital andaluz, inauguró junto a Torre Sevilla una plaza con el nombre de "Alcalde Sánchez Monteseirín", en homenaje a su gestión y su respaldo al rascacielos.
Ahora, el rascacielos podría cambiar de manos si fructifican las negociaciones que mantienen Caixabank, su propietario, con el fondo de inversión Argis, una firma de gestión integral de capital fundada por los argentinos Alejandro Schuvaks y Carlos Zucchi, que inició su actividad en España en 2015.
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