El Fiscal

No nos faltará de nada en el Santo Entierro Grande

  • No está previsto ningún déficit de capataces, costaleros o músicos. Sólo necesitaremos muchas más sillas y, eso sí, repetiremos el riesgo de vivir una procesión... sólo para abonados

El Santo Entierro Grande de 2004

El Santo Entierro Grande de 2004 / M. G. (Sevilla)

En Andalucía faltan fontaneros y camareros. El presidente de la Junta está harto de denunciar que sufrimos una carencia de mano de obra cualificada para completar las plantillas de las empresas que asientan en la región. Tienen que traer a trabajadores de fuera. Hablas con un empresario de la hostelería y te cuenta en privado que no se puede forzar mucho a los empleados porque “se te van a la mínima”. Estos días hay gente que se te acerca para advertirte del “problemón” que se avecina el Sábado Santo, que no es tal ni mucho menos, pero el asunto da para alimentar las tertulias, que es de lo que se trata. ¿O no? Te cuentan con mitad de morbo y con otra mitad de angustia que hay capataces que tendrán que elegir entre mandar una cuadrilla u otra, bandas de música que también tendrán que dejar abandonada una hermandad y, por supuesto, decenas de costaleros que no podrán cumplir con todas sus cofradías, que ustedes ya saben que el deporte sacro es pluridevocional.

Pues no se preocupe nadie de nada. Nos faltará mano de obra en bares y nuevas empresas, habrá que desarrollar la Formación Profesional y todas esas apuestas de las que nos habla Moreno en sus discursos, pero el Sábado Santo de 2023 no tendremos ningún déficit. Ya lo verán. Todo estará debidamente amarrado desde meses antes. Aquí hay músicos, capataces y costaleros para varias procesiones magnas el mismo día. Y sin problema, oiga. El modelo debe ser exportado a nuestro sector servicios, del que vivimos. Y quien dice todos estos colectivos, dice también el de los floristas, el de la Policía Local y, cómo no, el de los políticos municipales con unas elecciones a la vuelta de la esquina. ¿Y público? Tenemos para llenar más autobuses que un mitin del PSOE de los años ochenta. El que tenemos, el que vendrá y el que se sumará por pura novelería. ¿Pues no vieron la cantidad de gente que hubo para acompañar a la Virgen del Pilar y a Madre de Dios del Rosario el pasado miércoles y a la misma hora a la Virgen de Gracia y Esperanza de San Roque? Y por la mañana ya pudieron ver las preciosas fotografías del Rosario de los Humeros.

Gente y más gente para todas las procesiones ordinarias y extraordinarias que haya, para todas las coronaciones, efemérides y magnas. Ni un problema de recursos humanos cuando se trata de sacar pasos. Hemos visto hasta informes sobre el coste en policías locales y agentes de Protección Civil por cada procesión que sale a la calle por poco importante que sea, pero no verán nunca que un paso se quede sin salir por falta de costaleros o que se quede sin música por falta de cornetas. Tenemos de todo para todo y no sabemos valorarlo... hasta que lo perdemos. Hay jornadas de la Semana Santa que aportan tres pasos a la procesión general y alguna que no aporta ninguna. ¿Alguien se ha parado a estimar si eso genera problemas? Nadie. ¿Por qué? Porque estamos sobrados. Si Sanguino no está al frente de la Piedad porque manda la cuadrilla del misterio de la Sentencia, por ejemplo, habrá otro que toque el martillo en el Arenal. O al revés. No pasa nada. Aquí el problema, de haberlo, son los horarios e itinerarios. Y que corremos de nuevo el riesgo de que sea un Santo Entierro Grande solo para abonados, como los grandes partidos de fútbol europeo, como el Canal Plus de sus inicios. Una magna de PPV. Solo nos faltarán... sillas.

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