El Fiscal

La lección de cordura de Jesús Resa

  • He recordado a los grandes hermanos mayores de los Estudiantes al leer el análisis del hermano mayor de la cofradía de la Universidad a cuenta del disparate del reglamento de la carrera oficial

Jesús Resa, hermano mayor de Los Estudiantes

Jesús Resa, hermano mayor de Los Estudiantes / M. G. (Sevilla)

Orgulloso de que de las pocas, poquísimas voces que se han alzado ante el despropósito del reglamento de la carrera oficial, sea la del hermano mayor de Los Estudiantes. La cofradía de la Universidad, por su naturaleza, por su vinculación con la institución llamada a ser la plataforma del estudio científico, símbolo de la alianza entre la fe y la cultura, y foro de debate que promueva el pensamiento ilustrado, el rigor y la libertad, debe estar siempre en la vanguardia aunque ello suponga sentir la soledad.

Sí, muy orgulloso de que Jesús Resa haya proclamado alto y claro las verdades del barquero. Es una barbaridad que los abonados paguemos ahora las sillas y palcos, se suspenda la Semana Santa (Dios no lo quiera) y no nos devuelvan el dinero, salvo concesión de Sus Graciosas Majestades que son los señores del Consejo. Es una barbaridad todavía mayor que el Consejo se meta a regular derechos tan delicados como el de la libertad de expresión. ¿Me quitarán las sillas por los artículos publicados en esta página dominical? ¿Y a cientos de abonados que se expresan con libertad en las redes sociales? ¡Para qué se mete el Consejo a regular la libertad de expresión si tenemos unos juzgados, una Fiscalía, un defensor del pueblo y miles de abogados? ¿Quién es el desalmado que ha llevado a la entidad con sus consejos a semejante ridículo?

Fíjense lo que ha vaticinado el gran Resa en caso de suspensión de la Semana Santa:“Quedarte con el 100% del abono, sí o sí, me parece abusivo como poco y, además, creo que es ilegal”. ¡Un premio Demófilo para don Jesús! “El artículo 7 me parece excesivo. Que en caso de suspensión por una pandemia como la que estamos viviendo, por ejemplo, que yo pague un palco hoy y mañana me digan que no hay procesiones en Semana Santa y no reciba ni un duro... Me parece una barbaridad”. Chapeau, don Jesús. Ha quedado usted a la altura de los grandes hermanos mayores de una cofradía que usted sabe que por fortuna los ha tenido y usted los ha disfrutado.

Pero no se vayan todavía que aún hay más en la entrevista que le realizó Pablo Lastrucci. “Rechazaría muchas cosas del reglamento. Tampoco estoy de acuerdo con la exposición de motivos que dice que prácticamente gracias al dinero que recaudan las cofradías pueden hacer caridad. Totalmente falso. Otra cosa diferente es que las hermandades tengan problemas si no cobran la subvención”. ¡Pues claro! Si no hay subvenciones, que actúe la imaginación, que den un paso al frente los notables, las familias de siempre, los hermanos que nunca dejarán su cofradía porque la consideran la prolongación de su casa. ¿Alguien cree que una historia de siglos ha sido posible gracias a las subvenciones? Las cofradías son instituciones libres gracias a su historia, a sus hermanos, a la fuerza de la devoción a las imágenes y a la tenacidad, generosidad y amor de miles de hermanos que las han cuidado durante siglos, sobre todo en los peores momentos de la historia.

Genial lo del rey Sol

Y no se puede definir mejor el sentido real de un reglamento que es un disparate: “Me parece de Luis XIV, el Rey Sol: yo hago y deshago... Sobre todo que se pueda castigar a una persona que, en su derecho de expresión en cualquier sitio, pueda criticar cualquier cosa del Consejo”. Y la perla del sentido común: “Los abonados hacen muchos esfuerzos para tener su silla en Semana Santa como para quedarte con el dinero de la gente de esa forma”.

Que suene el Gaudeamus Igitur. Eso es un discurso en corto y por derecho, nada del revés. Muy, muy por derecho.

El Papa francisco con monseñor Saiz y el vicario Teodoro León El Papa francisco con monseñor Saiz y el vicario Teodoro León

El Papa francisco con monseñor Saiz y el vicario Teodoro León / M. G. (Roma)

El prelado siente el calor de la Curia

No es fácil moverse por la compleja curia romana, donde a la hora de la verdad valen más las relaciones personales que el cargo que figura en la tarjeta. Don José Ángel se ha estrenado ante el Papa como arzobispo de Sevilla y, al menos, ha sabido hacer algo tan importante en los tiempos que corren: contarlo él mismo, controlar la información oficial desde su cuenta en el complicado mundo de las redes sociales. Los mensajes han sido adecuados, las imágenes muy adecuadas y, además, ha contado con el altavoz de los medios locales y de Trece TV. Una visita en 2022 con los medios de 2022. El arzobispo de la sonrisa, que se siente muy libre en Sevilla, vuelve de Roma con saldo positivo para afrontar la renovación de su propia curia.

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