El Fiscal

"El pregón, Charo, el pregón"

  • Los detalles de la visita de las autoridades a la casa de Charo Padilla el pasado jueves

Padilla recibe el saludo del arzobispo y el alcalde el pasado jueves

Padilla recibe el saludo del arzobispo y el alcalde el pasado jueves / Juan Carlos Muñoz (Sevilla)

Ocurrió el pasado Lunes Santo en el interior de la Catedral. Unos nazarenos de la Virgen del Rocío, unos con cirio verde del último tramo y otros con vara de presidencia, cumplimentaron al arzobispo, que presenciaba el paso de la cofradía acompañado por canónigos y por su secretario personal. “Soy Charo Padilla, don Juan José”, se oyó de una nazarena alta y espigada. El prelado bendijo a los nazarenos, se interesó por la estación de penitencia y tuvo palabras de afecto con todos. Cuando se marchó cada uno a su sitio, el arzobispo llamó a la periodista: “¡Charo, Charo!”. Ella se volvió y atendió a monseñor Asenjo: “¡El pregón, el pregón! ¡Que tienes que dar el pregón!”. Ella no dijo nada. O no se le oyó decir nada. Pero otro nazareno terció: “Lo dará, señor arzobispo, lo dará”. Un año después, el pasado jueves, el arzobispo entró en casa de Charo Padilla para comunicarle su nombramiento, como es tradición. Monseñor Asenjo ha sido fundamental para que haya una mujer pregonera ochenta años después del primer pregón de la Semana Santa de Sevilla.

Don Juan José estuvo la mar de contento, muy cómodo en casa de la pregonera. Muy a gusto y sin prisa. Reapareció en la vida pública tras una operación quirúrgica. No tenía ganas de hablar de polémicas, sino de estar tranquilo, conversar con la pregonera, recoger el Pen con el texto del pregón y disfrutar de la tertulia con el alcalde, Juan Espadas, y el periodista Carlos Herrera, quien lo saludó efusivamente: “¡Don Juan José, tiene usted muy buen color!”.

La recepción contó con la asistencia del líder de la oposición, Beltrán Pérez. En 2015, siendo Zoido alcalde, Juan Espadas acudió a casa del pregonero Lutgardo García. Era el único precedente de la presencia del principal edil de un partido sin funciones de gobierno. No faltaron amigos personales de la pregonera, como el doctor Alonso Aliste, Juan Carlos Blanco, Manolo Ramírez, José Luis Martínez, Esther Menacho, Araceli Limón, los miembros del Llamador (López de Paz, Linde y Cattoni), Joaquín Moeckel…

El abogado del Arenal le llevó las pastas con unas pequeñas reformas fundamentales: un cierre y un tope para que no se caigan los folios.

El saludo de Juan Carlos Cabrera, delegado de Fiestas Mayores El saludo de Juan Carlos Cabrera, delegado de Fiestas Mayores

El saludo de Juan Carlos Cabrera, delegado de Fiestas Mayores / Juan Carlos Muñoz (Sevilla)

El alcalde habló de los proyectos para el siguiente mandato, convencido de que repetirá. ¿Y la sombra de la Avenida? “Lo haremos, lo haremos”. Primero hay que recibir a Obama y  rentabilizar la visita. Juan Espadas bebió directamente del botellín de Cruzcampo. Al sevillano modo. Un prueba de la relajación de la que todos disfrutaron. Todo el mundo estaba muy animado. Herrera contó la siesta larga que duerme cuando ha de acudir a un acto nocturno y estar activo a la seis de la madrugada para su programa de la Cope. No faltó quien le preguntó en privado a la pregonera por su vestido el Domingo de Pasión. Se ajustará a su personalidad y a la solemnidad del acto, comentó. Llevará guardados dos rosarios, cada uno con su historia personal. A don Juan José le encantó el hogar de los Marvizón Padilla. Conoció a los hijos del matrimonio: Manuel y Sofía Marvizón Padilla. Y a dos hermanos de la pregonera, José Ángel y Ramón; a dos cuñadas, Silvia y Maribel, y a un primo especial que es capataz, Paco Eguía. Dicen que habrá un café en el futuro para que el prelado vea bien toda la casa. Herrera reclamó al presidente Vélez sus dos entradas como ex pregonero.

Con Carlos Herrera Con Carlos Herrera

Con Carlos Herrera / Juan Carlos Muñoz (Sevilla)

En las tertulias no faltaron las peticiones de entradas y algunos comentarios sobre la polémica de la procesión del Santo Ángel. Ya al final de la noche se conectó la televisión para saber de la marcha del Sevilla. Y el maestro Marvizón se arrancó al piano cuando ya quedaban los últimos invitados. José María Marvizón, hermano de Manolo, disfrutó de la velada como el que más. Se prepara para vivir intensamente el pregón tanto como de su condición de veterano nazareno de la Hiniesta. ¿Quién mira mejor a la Dolorosa de San Julián que este nazareno? Beltrán Pérez casi se emociona cuando oye el relato de superación personal de José María.

Monseñor Asenjo se llevó el Pen con el texto del Pregón esa misma noche. En menos de 24 horas contestó con sus impresiones. Está claro que el arzobispo se recupera bien de la intervención, está perfecto de reflejos y, como dijimos en su décimo aniversario como prelado de la ciudad, ahora es cuando mejor entiende a los sevillanos. Y los sevillanos a él.

¿Cómo será el Pregón?, preguntaban todos. Eso sólo lo sabe la pregonera. Y el arzobispo. Del Lunes Santo en la Catedral a un jueves de cuaresma en un acogedor patio de la calle Atienza. “¡Charo, el pregón!”. Y un año después, Charo le dio el pregón.  

Con Joaquín Moeckel Con Joaquín Moeckel

Con Joaquín Moeckel / Juan Carlos Muñoz (Sevilla)

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios