Visto en redes

El relato de un rociero de Sevilla que se hace viral en redes sociales

La Virgen del Rocío, en la procesión del pasado Lunes de Pentecostés.

La Virgen del Rocío, en la procesión del pasado Lunes de Pentecostés. / Clara Carrrasco

El Rocío es mundialmente conocido por tratarse de una romería multitudinaria y una de las mayores expresiones de religiosidad popular del sur de Europa. También lo es por el folclore y la estética que lo envuelven, símbolos identitarios de la cultura andaluza. Pero quizás no lo sea tanto por los relatos de personas que acuden ante la Blanca Paloma para pedirle por el don más preciado de la vida, la salud

Es el caso del abogado sevillano Antonio Álvarez-Dardet, un gran cofrade y rociero, hermano de la Macarena (donde ha sido costalero) y también del Rocío de Sevilla, con la que ha peregrinado muchas primaveras por Pentecostés. De hecho, en la romería de 2022 se le pudo ver cruzando el vado de Quema a lomos de su caballo. 

Este letrado padece cáncer desde hace algunos años. Una enfermedad que, lejos de abatirle en el desaliento, ha ido narrando en sus perfiles de las redes sociales con lemas muy esperanzadores, como #yomecuro y #saberquesepuede.

El Lunes de Pentecostés

Su último relato, en este sentido, se ha convertido en viral. Se trata de un hilo publicado en su perfil de Twitter en el que narra la experiencia vivida en la procesión del Lunes de Pentecostés, cuando la Reina de las Marismas llegó la zona de la aldea conocida como el eucaliptal, donde la esperan, entre otras hermandades, la suya, la de Sevilla. 

La Virgen del Rocío llegó allí pasadas las nueve de la mañana. Venía precedida de la bulla que siempre la acompaña y con el cordón de seguridad que forman los almonteños para que quienes van bajo las andas puedan "trabajar bien". Antonio se encontraba allí, en mitad de la multitud, esperando a ver a la Blanca Paloma y pedirle salud, no sólo para él, sino para todos.

Fue en ese instante cuando una almonteña, entrada en edad y que ayudaba a sus paisanos que llevaban a la que es Patrona del municipio onubense, se le acercó y se dirigió al abogado sevillano con estas palabras: "Quédate aquí, la Virgen va a venir y te va a curar". Antonio se quedó literalmente "en blanco", pues no conocía de nada a esta mujer ni recordaba haberla visto antes. 

El encuentro con la Virgen

Se hizo el silencio entre ambos. En pocos segundos, la bulla vino hacia ellos, "sin que nadie nos rozara", y la Virgen llegó hasta donde se encontraba Antonio. La tuvo frente a frente. Fueron unos segundos que supieron a eternidad. Tiempo suficiente para darle las gracias y pedirle salud para todos. 

Una vez que la Blanca Paloma se alejaba, buscó a la almonteña para darle las gracias y compartir la emoción vivida. Le resultó imposible, puesto que aquella mujer había desaparecido. 

Tres días después, cuando las hermandades rocieras de Sevilla regresaban del camino, Antonio se sometió a un nuevo TAC. Los resultados se los han dado hace escasos días. Y son más que buenos: "el cáncer se está curando"

"Un ángel de la Virgen"

"No sé si esta almonteña me conoce de redes sociales, si alguien le dijo que yo estaba enfermo, pero para mí es un ángel de la Virgen, una mano que me aferró a la vida más fuerte que nunca", expresa el abogado sevillano, que desea que esta publicación en las redes sociales sirva para darle las gracias y que le lleguen estas palabras. 

La narración se ha hecho viral en pocas horas. Una experiencia que demuestra que el Rocío es mucho más que fiesta y folclore. Es devoción verdadera que relatos como el de Antonio logran despojarla de tópicos y prejuicios. No dejen de leerlo. 

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