Empresas y empresarios

El reto de una universidad emprendedora

Ricardo Chacartegui

Director de la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI) de la Universidad de Sevilla

En épocas de crisis como la actual, la sociedad se ve obligada a realizar cambios que refuercen sus valores fundamentales y sean acordes a las necesidades y posibilidades de la misma. Tanto la  inacción  como  los cambios que no se basen en estas premisas  básicas lastran las posibilidades de éxito futuro.

Nuestro modelo de sociedad está basado en una Administración Pública que vela por la igualdad de oportunidades y la equidad en el acceso a unos servicios básicos fundamentales. El mantenimiento de ésta será  sostenible sólo si contamos con un tejido empresarial e industrial generador de actividad económica y empleo capaz de  financiarla.

La  defensa de este  sistema público tiene dos pilares: la búsqueda de la excelencia en su funcionamiento y la potenciación de un sistema productivo real, generador de empleo y riqueza, siendo las  empresas con una antigüedad inferior a cinco años las que se han erigido como grandes generadoras de empleo neto, convirtiéndose en la gran apuesta de cualquier política económica que contribuya a salir de la crisis en España.

En esta línea, las universidades tienen un papel determinante como proveedoras de formación superior, generadoras de innovación y agentes dinamizadores del sistema productivo. De sus tres actividades  fundamentales (académica, investigadora y de transferencia de conocimiento) la última es conocida como "tercera misión universitaria" y refleja la  necesidad de traducir la enseñanza y la investigación de excelencia en riqueza social y desarrollo económico de su entorno. En este sentido, las principales aportaciones de la Universidad son las capacidades que adquieren los egresados pero también la colaboración entre investigadores y empresas, la innovación y nuevas tecnologías generadas en su seno así como las empresas surgidas desde la misma universidad (conocidas como Spin-Off).

Emprender desde la Universidad. Si bien existe una tradición en cuanto a empresas surgidas del seno de las universidades impulsadas por investigadores que ponen en valor su conocimiento, se puede afirmar que el emprendimiento universitario a día de hoy en España, a pesar de contar con escuelas de negocio, másters y asignaturas específicas dispersas, no está arraigado.

Las iniciativas empresariales basadas en el conocimiento y la innovación presentan unas tasas de supervivencia empresarial superiores a la media. Por ello, el impulso de las capacidades de emprendimiento en titulados universitarios e investigadores presentará una mayor tasa de éxito siempre que se  base en conocimiento específico propio buscando las colaboraciones y sinergias de otros campos que les sean necesarios. A mayor nivel de especialización, mayor capacidad de innovación y posibilidad de generar empresas con alta capacidad de supervivencia, generando un tejido productivo más sostenible y eficiente.

Estudios recientes sobre el impacto de la universidad pública andaluza plantean que por cada euro invertido en estudios universitarios cuatro son devueltos a la sociedad. Si bien este dato es clarificador, no debemos ni queremos conformarnos con la situación actual. Por eso, la Universidad de Sevilla, con una comunidad universitaria de 80.000 personas, ha lanzado este curso un plan a medio/largo plazo que pone todos los recursos a su alcance para  afrontar un cambio de paradigma en cuanto al tratamiento del emprendimiento universitario. Se busca complementar la formación universitaria actual con la incorporación de las capacidades necesarias para el emprendedor, contando para ello con la necesaria contribución de los diferentes agentes del ecosistema emprendedor, para lo cual hemos lanzado el Foro Universidad Empresa.

Queremos llegar a que todos nuestros egresados sean capaces de evaluar las ideas empresariales que les surjan, con conocimientos y herramientas específicas para la gestión de la incertidumbre que supone el emprendimiento, de modo que puedan añadir valor a sus conocimientos específicos y sean más competitivos. La implementación llevará tiempo, pero ya estamos inmersos en la primera fase: generación de capacidades internas para crear una estructura sostenible. Para ello aprovechamos la singular característica de la Universidad de Sevilla que abarca todas las ramas del conocimiento. Esta riqueza permitirá sinergias de gran potencial con recursos propios de la institución. Una vez establecido, nuestros más de diez mil egresados anuales podrán evaluar de forma rigurosa, riesgos, beneficios y camino a seguir ante posibles ideas de negocio. El objetivo es que un porcentaje importante de ellos se planteen iniciar negocios propios como una salida principal y que esto sea germen de numerosas Pymes y, por qué no, grandes empresas.

Esta incorporación del emprendimiento a la formación universitaria de manera masiva es un hecho sin precedentes a nivel nacional o internacional y enraíza en la propia naturaleza pública de nuestra institución como servicio a nuestra sociedad. Por supuesto, en su implementación encontraremos dificultades y aprenderemos por el camino, sabemos que nos enfrentamos a un reto que sin duda supondrá un importante cambio en nuestro entorno productivo y nos llena de ilusión afrontarlo.

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