“La Alhambra se ha deshumanizado, lo importante ahora es hacer caja”

Manuel Ruiz Ruiz | Pintor

Manuel Ruiz Ruiz / MG
Andrés Cárdenas

29 de junio 2021 - 03:00

Seguramente sea el pintor que más veces haya pintado la Alhambra. Ahora tiene abierta una exposición en la Fundación Euroárabe de Granada que se llama ‘El tiempo de una idea nazarí’. Manuel Ruiz ha sido denominado por un amplio sector de la crítica como pintor del ‘granadinismo’ al llevar desde su óptica creativa y personal estilo, personajes, monumentos y paisajes de Granada por los más de 30 países en los que ha expuesto sus obras. También ha utilizado el monumento granadino como un valioso elemento didáctico, ya que ha sido durante veinte años el coordinador del Gabinete Pedagógico de Bellas Artes.

–Dicen que su historia de amor con la Alhambra da para una novela.

–Son episodios de sentimientos. La conozco desde que mi padre me llevaba allí. Después he hecho muchas visitas con mi hermano Antonio y con mis profesores Jesús Bermúdez Pareja y Pita Andrade. También me casé en Santa María de la Alhambra. En fin.

–Cuántas veces ha pintado alguno de sus detalles?

–No sabría la cantidad. He pintado muchas veces el Partal, el patio de Los Leones, el patio de Lindaraja con variadas composiciones de arcos, atauriques, columnas, mosaicos, capiteles… Unas veces en apuntes y otras en obras definitivas. He pintado hasta ese lugar donde se situaban los primeros guías de la Alhambra junto a la puerta de los Carros jugándose los grupos de turistas al palillo más largo.

–¿Y cuándo fue la primera vez que tuvo el monumento nazarí como modelo?

–Con 14 años obtuve un permiso especial para pintar en el interior de los palacios nazaríes y el Generalife avalado por miembros del Patronato. Así consta en el documento que aún conservo. Esto me permitió acceder a muchos rincones. Cuando terminaba mis sesiones y eran cuadros grandes se quedaban junto al caballete en la Sala de Washington Irving. La verdad es me trataban muy bien y algunos me llamaban El niño del Partal. Hoy esto hubiera sido imposible.

–¿Hay alguna parte del monumento que todavía no haya pasado por su pincel?

–No. Creo que las he pintado todas. Ya en mi época escolar en los Maristas hice muchos dibujos a tinta china de la Alhambra. Puede que alguno se me pasara, pero combiné en mis ilustraciones hasta el alicer o pajarita y el capitel de oreja.

–¿Cuál es el pintor, a su parecer, que mejor ha captado el alma del monumento?

–Siempre me impresionó el pintor granadino Manuel Gómez-Moreno González. Y el cuadro que más me impresiona es La salida de la familia de Boabdil de la Alhambra, que fue pintado en Roma con una pensión de estudios.

–Dígame en pocas palabras qué significa el monumento para usted.

–La Alhambra como ciudad palatina fue también una ciudadela, o sea una ciudad dentro de otra ciudad. Es mi ciudad del sueño de las artes, la pintura, la música, la poesía...Es como un gran museo de todas las artes, en donde yo encuentro mi mundo sensible e inteligible. El séptimo cielo.

–¿Tiene este monumento más que ocultar que enseñar?

–Lo que sí tiene es un alma oculta que llora muchos acontecimientos. Por ejemplo, los expolios que se han llevado a cabo en sus palacios, sus abandonos, esos artesonados robados y repartidos por algunos países… Ya Gustavo Doré lo reflejaba con su grabado El ladrón de azulejos.

–Ahora las cervezas Alhambra llevan en sus etiquetas detalles pictóricos del monumento. ¿Cómo lo ve?

–Es no es nada nuevo. Lo que ocurre es que ahora la publicidad es más invasiva. En los años sesenta había unas botellas con una magnífica imagen de la Torre de la Vela en azul y blanco muy sencilla pero preciosa. Eran envases para guardar y conservar. Yo tengo algunas. Ahora todo se tira. Pero está bien que reflejen la decoración alhambrina.

–¿Qué le parece cómo se gestiona la Alhambra ahora?

–Por aquellos tiempos que yo pintaba por allí hubo problemas y se perdió una caja fuerte. Claro que entonces no se sacaba tanto dinero como ahora. Con todo eso había muy buenos gestores, que siempre eran técnicos y un personal que vivía la Alhambra como si fuera su casa. Ahora todo se gestiona con miras al turismo: visitas muy rápidas, itinerarios cortos… lo importante es hacer caja. La Alhambra se ha deshumanizado en su esencia. Son los técnicos los que debieran estar en los puestos de responsabilidad, no los políticos, que una vez que se ven en el poder solo gestionan para sus ideas partidistas.

–Hay una queja de los granadinos de que el dinero que se recauda en la Alhambra no se queda en Granada

–Lo que veo es que se malgasta el dinero. Hace años, teniendo un equipo de restauración magnífico, se contrató una empresa ajena para hacer un trabajo que costó una fortuna. Luego los finalizaron los propios. Se han parado publicaciones propias de la Alhambra para promocionar libros de amigos. Se promociona el aceite del Generalife y se siembra azafrán para comercializar, pero luego nadie se preocupa de eso. A lo mejor el dinero no se ha ido a ningún sitio y está allí como un tesoro oculto.

–Hubo un proyecto para hacer un atrio que iba a realizar Álvaro Siza y que ahora está aparcado. ¿Necesita el monumento ese atrio?

–Tal como va esto ya mismo suprimirán ese ese proyecto y pondrán aparcamientos que son más rentables. Eso sí, Siza ya habrá cobrado. Yo hubiera colocado una Escuela Alhambreña como la de Atenas con la presencia de todos los sabios políticos para defender el humanismo clásico. Y si es por negocio yo pondría un cine de verano en el Patio de los Leones. Jajajajaja.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Mapa de Músicas | Vanessa Goikoetxea. Soprano

Vanessa Goikoetxea, sin etiquetas

Lo último