"Ayudar a los demás sin recibir nada a cambio es una fuerza imparable"

Juan Luis Muñoz Escassi | Impulsor del #RetoPichón

El impulsor del Reto Pichón, Juan Luis Muñoz Escassi. / José Ángel García

Juan Luis Muñoz Escassi es un sevillano licenciado en Derecho, director de la Asociación de Fundaciones Andaluzas (AFA), al que le mueven "las ganas de ayudar a los demás". Desde 2011 lidera el movimiento solidario el #RetoPichón con el que ha dado la vuelta al mundo y recaudado más de 500.000 euros para una quincena de causas sociales a través de dos centenares de pruebas deportivas. Dice que el deporte es su "altavoz", en el que encontró la forma de canalizar la necesidad de dedicar una parte de su vida a los demás que siempre le inculcó su madre, de la que, asegura, heredó ese gen solidario que le hace cada año proponerse retos "tan extremos como gratificantes".

–Año nuevo y ¿reto nuevo?

–Sí. Por supuesto. El pasado 22 de diciembre finalizamos el Reto Pichón 2023 al que llamamos las Mamás Mehuer. Fue muy difícil e intenso, pero muy emocionante y, como venimos haciendo desde 2011, ya estamos ya pensando en #RetoPichón 2024.

–¿Qué puede adelantarnos?

–Que va a ser brutal y que lo anunciaremos el próximo 2 de febrero.

– ¿Qué es el Reto Pichón?

–Es una locura. Es un movimiento solidario que puse en marcha en 2011 para apoyar a distintas causas sociales a través del deporte. Cada año el reto elige una causa social, representada a través de una ONG, y una serie de pruebas deportivas exigentes que sirven para darle visibilidad, a la vez que se recaudan fondos. Las aportaciones económicas de todos los donantes se canalizan a través de esa ONG, que recibe cada una de las donaciones directamente, garantizando así el destino final de las mismas a la vez que la transparencia de este movimiento. Eso es lo formal, por decirlo de alguna manera, para mí, el reto Pichón es el motor de mi vida. Es mi forma personal de contribuir a que el mundo sea un poco mejor y, egoístamente, una forma de ayudarme a mí mismo.

–¿Cómo nace está iniciativa?

–Nace del ejemplo, en mi caso, del de mi madre. Siempre la vimos ayudar a los demás y eso nos marcó y nos inculcó esa inquietud desde pequeños. Ella fue la que me transmitió hasta su último día que una parte de mi vida la debía dedicar a los demás. Por eso, esa inquietud existía en mí , pero no encontraba la manera de darle forma y fue en 2011 cuando un tío mío me propuso ayudarlo a organizar una carrera solidaria para recaudar fondos para comprar bombas de agua potable para un país de África cuando lo vi”. Ahí me di cuenta de que ese era el camino, unir solidaridad y deporte, y ese fue el germen de lo que hoy es el #RetoPichón.

–¿Es el deporte un altavoz eficaz para dar mayor visibilidad a las causas sociales?

–Yo diría que es mi altavoz. Mi forma gritar o mi manera de dar voz a las causas sociales con las que colaboramos. Cuanto más extrema es la prueba, mayor es la repercusión. No es la única. De hecho, el #RetoPichón está creciendo y evolucionando con nuevas formas para poner de manifiesto estas realidades. Al final, creo que también es importante que la forma con la que afrontamos la vida nos apasione. Cuando hacemos las cosas con pasión eso se trasmite, llega, y mi pasión por el deporte hace que el #RetoPichón sea cada año una nueva ilusión.

–¿Qué criterios sigue a la hora de escoger las causas?

–Por mi trayectoria profesional estoy muy relacionado con infinidad de causas sociales de distinta índole. Diría que me dejo llevar por el corazón, y que intento encontrar causas que me muevan por dentro. Uno de mis mayores aprendizajes durante todos estos años ha sido que para ayudar es necesario pedir permiso. Además, también es fundamental que la ONG a la que proponemos el proyecto quiera apostar por él y ver en el #RetoPichón una plataforma y una herramienta de crecimiento.

–¿Diría que vivimos en una sociedad solidaria?

–Sí, soy un convencido de que nuestra sociedad es solidaria, pero la veo dormida, muy dormida. En general, vivimos más preocupados por cuáles son nuestros derechos que por nuestras obligaciones. Creo que nos falta una reflexión individual sobre lo que somos capaces de aportar como individuos, sobre nuestra responsabilidad de contribuir en mejorar lo que nos rodea. Yo siempre digo que uno sólo no puede cambiar el mundo, pero si cada uno se preocupase de arreglar su pequeño rincón, haríamos de esta sociedad un lugar muy diferente.

– ¿Qué le deja personalmente todo lo que hace por ayudar a causas tan delicadas?

–Me deja alegría, satisfacción, realización personal, bienestar… Siempre digo que el #RetoPichón se convirtió en mi medicina en una época muy difícil de mi vida. Una frase que repito mucho es que ayudar a los demás es un acto egoísta ya que a quien ayudo realmente es a mí mismo.

–En todo este tiempo, ¿qué reto le ha marcado más?

–Cada año el #RetoPichón ha sido tan intenso y tan brutal y he dado tanto de mí mismo, que no podría señalar ninguno en concreto. Sí puedo decir que desde que conocí la Piel de Mariposa o la Distrofia Muscular de Duchenne estoy especialmente sensibilizado con las enfermedades raras. De hecho, estas dos causas fueron el origen de que en 2023 decidiese dedicar todo el esfuerzo a las enfermedades raras.

–¿Alguna espinita clavada?

–Poder ayudar más. Que haya más personas involucradas, que la acción del #RetoPichón se multiplique.

–¿Dónde está su meta?

–Suena utópico pero mi objetivo es que el #RetoPichón se convierta en un movimiento solidario en el mundo, donde haya muchas personas que quieran dedicar una parte de su tiempo a ayudar a los demás. Que más gente entienda la solidaridad como la entiendo yo, sin ninguna connotación religiosa, política o social. Soy un convencido de que ayudar a los demás sin recibir nada a cambio es una fuerza imparable.

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